Alto y claro

José Antonio Carrizosa

jacarrizosa@grupojoly.com

Carnes abiertas

Si el PSOE pierde en Sevilla y Jaén dejará al PP muy cerca de la mayoría para gobernar en solitario sin problemas

Varias informaciones publicadas por este periódico a lo largo de lo que llevamos de campaña coinciden en la misma línea: enorme preocupación en el PSOE ante el temor de que el abismo que se abra debajo de sus pies el 19 de junio sea todavía mayor de lo que temen los más pesimistas. El desasosiego le salía por los poros a Juan Espadas en el debate televisado del pasado lunes, en el que buscó infructuosamente el cuerpo a cuerpo con Juanma Moreno, cada día más convencido de que ha llegado a la política para interpretar el papel del hombre tranquilo. Espadas -pero no sólo Espadas, también el estado mayor de Pedro Sánchez en la Moncloa- tienen las carnes abiertas ante la posibilidad de que el sorpasso de los populares, que ya todo el mundo da por hecho, se produzca también en dos circunscripciones clave: Sevilla y Jaén. Si el PSOE, por primera vez en la historia de las elecciones autonómicas perdiera en estas dos provincias no sólo se llevaría un varapalo de dimensiones considerable, sino que podría poner al Partido Popular a las puertas de una mayoría muy cualificada que le garantizaría en la práctica un gobierno sin el aliento en la nuca de Vox.

En Jaén se da en estas elecciones una circunstancia hasta ahora inédita en Andalucía: la existencia de un partido provincial, según el modelo de Teruel Existe, con posibilidades reales de llevar un diputado al Parlamento. Jaén Merece Más nació, como es habitual en estos casos, como una plataforma ciudadana que evoluciona hacia partido político y en este caso inducido por una decisión muy concreta del Gobierno socialista de Madrid: la instalación en Córdoba y no en Jaén del gran centro logístico de las Fuerzas Armadas.

En Sevilla, la situación no tiene nada que ver. La capital de Andalucía, por su importancia demográfica y social, sería la plasmación del triunfo de una nueva cultura política en la que los socialistas ya no son por definición los garantes del sistema que asegura el funcionamiento de los servicios básicos y de la protección social, como ocurría hasta que se produjo el cambio de 2018. El PP, como decía este domingo el presidente Moreno, ha dejado de dar miedo y esa es una realidad muy presente en la provincia de Sevilla.

Si se produce el cambio en las dos circunscripciones que hasta ahora han sido bastiones inexpugnables para el PP, Andalucía habrá entrado de verdad en un tiempo nuevo de su vida política. Es lógico que a Juan Espadas no le llegue la camisa al cuerpo.

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