'Cocoon'

Vivimos cada vez más años y queremos hacer esa vida en nuestros propios hogares

En 1985 se estrenó la película Cocoon, donde un grupo de ancianos recobra las energías de su juventud tras un curioso baño en sustancias extraterrestres. Esta semana, con la celebración de Tecnosocial en Málaga, hemos podido observar a diferentes generaciones interactuando con las más disruptivas tecnologías en plena plaza de la Merced. Traer el futuro al presente de todos los ciudadanos es uno de los grandes retos de la investigación y, hoy por hoy, en nuestra ciudad se va materializando.

Se sabe que el paso más difícil para muchos científicos es la transferencia de sus creaciones a los demás, porque sólo en ese momento se pone realmente a prueba su utilidad. De ahí que la experiencia de encontrar a grupos de jóvenes estudiantes, junto a excursiones de mayores ávidos de conocimientos, es única. Y ver cómo los técnicos e investigadores de nuestra universidad explican el uso de esas nuevas tecnologías, enseñan su funcionamiento y las prueban con los ilusionados voluntarios es muy enriquecedora. Evidentemente todo este despliegue responde al nuevo paradigma social: vivimos cada vez más años y queremos hacer esa vida en nuestros propios hogares. Pero no por ello podemos dejar de cuidar y velar por la seguridad y la salud de nuestros mayores, y es ahí donde la tecnología puede facilitar las cosas.

Como sólo se aprecia y respeta aquello que se conoce, estas ferias tienen la función de poner al servicio de los ciudadanos los grandes avances desarrollados en laboratorios y universidades. Ver ese primer contacto con los dispositivos de realidad mixta o cómo se interrelacionan las personas a través de la realidad virtual es una experiencia apasionante. Porque lo que muchos creían que eran dispositivos de ciencia ficción son hoy reales y pueden ser usados con relativa facilidad. De ahí que el modelo de promocionarlos y probarlos con cualquier persona sirva como el mejor de los alicientes para continuar su desarrollo.

Las posibilidades que hoy ofrece Málaga en este sentido son inmensas, al contar no solo con centros de investigación y desarrollo sino también con las industrias de montaje, producción y aplicación. Esa es la fórmula que agiliza estratégicamente las vías de transferencia de toda esa inmensa creatividad humana hacia el cuidado de nuestros mayores. Y como bien dice el propio Papa Francisco: "Donde no se honra a los ancianos no hay futuro para los jóvenes".

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