la esquina

José Aguilar

Currículum y ridículum

LUIS Roldán fue el más escandaloso -se hizo pasar por ingeniero y economista sin ser una cosa ni la otra-, quizás porque sus tropelías y su horteridad, más el cargo de director general de la Guardia Civil, le hicieron diana inesquivable del foco y la indignación. Pero son numerosos los políticos que se han fabricado un currículum a la medida de su ambición y apariencia.

Es más, presumir de estudios que no se han hecho y trayectorias profesionales inventadas constituye una tentación en la que incurre todo tipo de gente. No hay más que ver las tarjetas de visitas que encargan y reparten honrados trabajadores de modestos oficios para figurar como expertos en sofisticadas especialidades inexistentes. Claro, la proyección pública de los que se dedican a la política los hace más vulnerables al desvelamiento de la irrealidad y la impostura.

Ahora se ha denunciado el caso del secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, que en la biografía oficial que se repartió cuando fue nombrado aparecía como médico. El hombre es reincidente, lo que sugiere que lo suyo sobre el currículum puede ser vocacional. En la web del Congreso de los Diputados se decía, en su primera legislatura como diputado (1993-96), que es licenciado en Medicina. Le debió parecer poco lustroso porque en el mandato siguiente (1996-2000) añadió Cirugía a su titulación: "Licenciado en Medicina y Cirugía". A partir de 2004 se recató: "Medicina y Cirugía. Universidad de Valladolid", signo inequívoco de que no terminó estos estudios. Más de un diputado andaluz conozco yo que en las publicaciones oficiales del Parlamento declara "Estudios de Derecho". Quiere decir que se matriculó al menos en primero de Derecho.

Este aparentar no está reservado en exclusiva a ninguna opción política. La flamante número dos del PSOE, Elena Valenciano, ha pasado muchos años en las webs del Parlamento Europeo y del Congreso por "licenciada en Derecho y Ciencias Políticas". (En la del Europarlamento se contenía incluso un milagro biográfico y académico: habría sido licenciada a los veinte años). Ni lo uno ni lo otro. Ella lo atribuye a un error, ya que en realidad declaró estudios en Derecho y Políticas, no título. "Empecé Derecho y luego me pasé a Políticas. No terminé, pero sólo me faltan dos asignaturas de Estadística", ha dicho. Habrá que creerla, aunque cuando yo estudié Ciencias Políticas -y hasta la terminé- no había rastro de Estadística en ella. Bueno, hace ya una temporada. Las materias pueden haber cambiado. Me dicen que el currículum de su predecesor en el cargo, José Blanco, también fue inflado.

No soy de los que creen que un cargo público tenga que ser a la fuerza un brillante profesional. Pero, al menos, que no mientan.

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