Desgraciada España

No son buenos los pirómanos del modelo de Estado que pretenden ser bomberos al mismo tiempo

En esta desgraciada España, por los momentos que nos están tocando vivir y los que se intuyen han de venir, las sensaciones para algunos son de pena, recuerdos e incluso miedo, por ella misma y nuestras familias. Aquellos que hemos tenido la suerte de alcanzar una determinada edad, no entendemos muy bien, después de lo que vivimos durante el franquismo, y el protagonismo en el periodo de la Transición, cómo en el presente estamos viendo unas generaciones que solo han vivido en democracia, paz, libertad y progreso, se empeñan en la confrontación social, el retroceso convivencial, la depredación de la historia y la imposición del pensamiento único negando una realidad que, en muchos casos no vivieron y nos convierten en una nación enferma y, en consecuencia, desgraciada al ser una enfermedad autoinducida y no sobrevenida. Como toda enfermedad, tiene una etiología, un origen, que se relaciona con la hoja de ruta marcada por ZP y de la que es heredero destacado el señor ZPedro junto con sus socios de Gobierno y los sustentadores de la moción de censura, por todos conocida.

Los síntomas son claros y graves: lenguaje críptico, argumentarios inexactos, ampliación de los errores ajenos y ocultación de los propios, eufemismos, relatos parciales e interesados, propaganda permanente, culto al caudillaje… lo que configura un colofón repudiable, la mentira como uso común del discurso. A título de ejemplo y con gran penetración en la opinión pública gracias a los poderes mediáticos y la tibieza opositora, vemos como se habla de "respeto al pacto constitucional", ¿de quiénes? Lo que hay se llama Constitución. ¿Por qué, continuamente, apelaciones al Jefe del Estado y no al Rey?, con el ninguneo consiguiente. ¿Quién dice que la Monarquía no se votó?, ¿entonces qué dice el artículo primero de la Constitución votada libre y democráticamente? Fue la República la proclamada, la votación la ganó en su día la Monarquía… Para qué seguir, pero si se debiera saber qué tipo de República, aspiración legítima siempre que sea democrática, nos ofrecen: ¿popular, plurinacional, chavista - bolivariana, castrista, nicaragüense, iraní…? Sería importante.

No se confundan, pero antes de ser calificado: ladrón, fugado, rendidor de cuentas… hay que enjuiciar justamente y sentenciar, propugnar lo contrario se llama totalitarismo. Por último, una sugerencia señor Sánchez, no son buenos los pirómanos del modelo de Estado que pretenden ser bomberos al mismo tiempo para su ¿preservación?

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