En el tejado

F.J. Cantador

fcantador@eldiadecordoba.com

Gracias, Javier Fesser

Gracias, Javier Fesser, por Campeones, film que retrata la discapacidad intelectual con ese humor con el que tú solo sabes impregnar a tu obra, pero con un humor mezclado con la ternura con la que dibujas las vidas de estas personas a las que gran parte de la sociedad estigmatiza por el mero hecho de ser ¿diferentes? Para aquel que aún no conozca la sinopsis de tu última película, se la resumo en unas frases: Marco (al que da vida ese actorazo llamado Javier Gutiérrez), un entrenador profesional de baloncesto, se encuentra un día, en medio de una crisis personal, entrenando a un equipo compuesto por personas con discapacidad intelectual. Lo que comienza como un problema, se acaba convirtiendo en una lección de vida para Marco [me atrevería a decir que no sólo para Marco, sino también para todo aquel que haya acabado entendiendo el mensaje de la cinta].

Hace unos días, Javier, leí en un medio unas palabras tuyas al respecto de esta tu última película. Decías que "a lo mejor estás acostumbrado a llamar a un colectivo minusválidos, pero cuando ves que le pasa a alguien cercano a ti, o a ti mismo, ya no entiendes que se considere a alguien menos válido, ¿menos válido para qué? Ese lenguaje que conforma el pensamiento evoluciona por sí solo cuando abandonas la ignorancia". Así es, amigo, la ignorancia de esta sociedad en la que el hombre es un lobo para el hombre y en la que se compite -caiga quien caiga- por ser el mejor, por ser el que más tiene, por ser... Acaba por, insisto, estigmatizar al ¿diferente? hasta apartarlo y considerarlo inferior. Con tu película has demostrado que de menos válidos, nada.

Quisiste que los integrantes de ese equipo de baloncesto fueran discapacitados intelectuales de verdad y conseguiste que no sólo fueran una lección para ti sus interpretaciones y sus formas de afrontarlas, demostrando la naturalidad, sencillez, inocencia, humildad y, sobre todo, la ausencia de maldad y de prejuicios que caracterizan las personalidades de este tipo de personas con mayúsculas. Lograste que todas estas virtudes de este tipo de personas con mayúsculas también hayan sido una lección de vida para muchos de los que en el cine hemos disfrutado Campeones; estoy convencido de que si nos tomamos la existencia como se la toman ellos igual hasta somos más felices dentro de nuestras infelicidades. Y demostraste, tal y como también te he oído decir, a modo de moraleja, que ser campeones no es acabar primero en una competición, sino ganar otro tipo de cosas vitales más importantes que el luchar por ser el mejor y el más reconocido. Ojalá tu película y su mensaje sirvan para cambiar el modo en el que mucha gente (mal) ve y (mal) trata a esas personas que, como tú defiendes, atesoran "una sinceridad y una transparencia fuera de lo común, que viene también de una sencillez bastante envidiable".

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