Legal, aunque quizás injusta

La sentencia sobre la adjudicación del catálogo del PEPRI de Málaga me ha dejado helado

Verá usted doña Rosita, a ver cómo se lo explico. Decir esto de que las sentencias se acatan y se respetan es lo que nuestro vecino argentino llamaría una boludez. Pues claro que se respetan y acatan. Respeto es sinónimo de acatamiento, con lo que manifestar que se observan ambas actitudes no es sino repetirse como las natillas del anuncio. Y acatar las sentencias, en principio, lo hace todo hijo de cristiano que no quiera volvérselas a ver con su señoría. Otra cosa es que se compartan. Y es evidente que, si voy a juicio creyendo que mi causa es justa y sus señorías no me dan la razón, tengo todo el derecho a pensar que la sentencia es injusta. Aunque sea legal. Que como usted bien sabe es cosa bien distinta. Y no le digo yo que la culpa no pueda ser de quien se siente ofendido por el erróneo fallo, porque quizás la causa de semejante desafuero puede que no sea otra que no haber sido capaz de argumentar más hábilmente.

Digo esto porque la sentencia sobre la adjudicación del catálogo del PEPRI de Málaga me ha dejado helado. Y digo esta última, que, como bien dice, no entra a cuestionar las pruebas que el recurrente no demuestra en su recurso que se hayan valorado erróneamente, sino la primera. Porque no deja de ser llamativo que para demostrar que eran unos honorarios suficientes se alegase que los trabajadores no tienen que ser asalariados. Como si un autónomo no soportase costes de seguridad social. O que ciertos levantamientos se pueden realizar con herramientas informáticas, cuyo funcionamiento hay que mantener y amortizar. O que no hay que levantar 1.400 edificios, porque 740 ya están catalogados y hay documentación, con lo que quedan 660. O menos, porque ya se verá si se incluyen en el Catálogo, después de haberlos estudiado. Y que tampoco tiene todo el equipo que trabajar diez meses, porque la mayor parte del trabajo se hará en 3 y por eso querían 5 equipos.

En resumen, que 12 titulados trabajando durante 3 meses convertirían los 85.000 € en unos 56.100 € después de quitar cotizaciones varias. 4.675 € por miembro que son 1.558 € euros al mes, menos retenciones, gastos generales y amortización de maquinaria milagrosa. Si aspiran a llevar a casa 2.500 € cada mes, tendrán que hacer el trabajo en no más de dos u oposiciones a una plaza en la Gerencia. En cualquier caso, tres meses después de que se firme el contrato veremos si la sentencia era justa además de legal.

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