el cuentagotas

Eugenio Chicano /

La Mezquita de Córdoba

21 de agosto 2011 - 01:00

CADA vez que voy a Córdoba, jamás prescindo de mi obligado paso por la Mezquita. Esta vez, además de notarla más iluminada por ventanucos cenitales y focos eléctricos, percibí que las lápidas a los curas muertos en la Guerra Incivil habían sido restauradas y los textos, dorados. En ambas lápidas se hacía referencia a la "grave persecución sufrida" por los desaparecidos. Comenté a Mariluz lo de la "grave persecución" -como en la Roma de los emperadores- y como siempre me contestó con gran claridad: "La persecución es la que le hace el Cabildo a la Mezquita". Es más, aún hoy el Cabildo ha promulgado en un bando el llamar Catedral al monumento islámico, "testigo vivo de nuestra Historia" e iglesia "madre de la Diócesis". El folletito explicativo aporta que "bajo la Catedral, siempre hay un lecho de catedrales ocultas, dato éste confirmado por el hallazgo de restos de mosaicos cristianos in situ". Todo ello para apropiarse de uno de los patrimonios históricos de la humanidad que desde suelo andaluz definen nuestra bella, particular e histórica idiosincrasia.

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