SABIDO es que el alcalde estaría encantado de que una universidad privada decidiera abrir extensión en Málaga. Ha mantenido contacto con varias de ellas e incluso negoció la posible cesión de la antigua cárcel a la Universidad Católica de Málaga. La pasada semana, el regidor también se vio en Madrid con los representantes de otra institución académica privada. En este caso con lo de la Universidad de Navarra. En el desayuno organizado por el grupo Joly esta semana, De la Torre no quiso desvelar si las conversaciones avanzan. Lo único que reveló, en presencia de la rectora, Adelaida de la Calle, es que ésta le había solicitado que si viene alguna universidad privada a Málaga que sea de calidad.

EN el PP se frotan las manos con la oportunidad que, gracias a la intransigencia con el Metro, le brinda la Junta para liderar a la sociedad malagueña contra el deseado enemigo externo. Algo de oxígeno para distraer la atención de Rajoy, el Gobierno y la gestión popular.