Mirada alrededor

Juan José Ruiz Molinero

jjruizmolinero@gmail.com

Olona nos quiere gobernar

En el esperpento político hay antecedentes, cuando Sánchez acabó durmiendo con quien le quitaba el sueño

Todas las elecciones son dignas de atención, a pesar de lo cansado que está el electorado de ser utilizado como tontos necesarios para elegir a quienes nos van a gobernar, aunque no se diga cómo ni con quién. Las elecciones andaluzas no son menos esperpénticas que las nacionales y las de otras regiones. Lo ocurrente es que aquí, según las encuestas, sólo hay un ganador claro, Juanma Moreno. Pero el problema para él y para el PP es si obtendrá la mayoría suficiente para gobernar en solitario o si necesitará otro socio en el Gobierno. Al señor Moreno le ha salido una persona tan atrabiliaria como la señora Olona -cabeza de lista de de Vox, tras empadronarse en Salobreña- que le amenaza que aunque le falte un voto tan sólo para obtener la mayoría no lo apoyará, ni siquiera se abstendrá, si no entra en el Gobierno como vicepresidenta -su cinismo llega a ofrecerle la vicepresidencia a Juanma- por lo cual, al estar estigmatizado el partido de Abascal como una peligrosa extrema derecha, tiene un dilema el actual presidente, si no encuentra en un posible desaparecido Ciudadanos el apoyo necesario: o convoca nuevas elecciones o acepta el sonsonete de la vieja canción de 'Cristina nos quiere gobernar'. No es nuevo el dilema. Sánchez ya dijo que jamás tendría a Iglesias y su equipo en el Gobierno, porque no podría dormir, y al día siguiente de las elecciones, se abrazaron antes de meterse en la cama política que tan nefastos resultados ha tenido, para él, para el PSOE y hasta para Iglesias, desaparecido políticamente, y su partido populista extremo, como lo es Vox, en trance de desintegración. Tampoco admitió en campaña a socios como los herederos de los asesinos etarras y así estamos, siendo fundamentales, como ocurre con los independentistas catalanes y vascos en su permanencia en el poder. En cualquier caso esos pactos sirven, a los que quedan en la oposición, para deslegitimar a los gobiernos resultantes del 'día después'.

Veremos lo que deciden los andaluces y como se administra su voto de la convocatoria más calurosa de toda la historia democrática. Descartado, según los sondeos, el socialista Espadas que ha tenido la mala suerte de ser apoyado por el peor presidente que el PSOE ha tenido en su historia y la extraña mezcolanza de grupúsculos de izquierdas, lo más probable es que el lunes tengamos a Juanma escuchando la horrible versión renovada de la vieja cancioncilla de 'Olona nos quiere gobernar'. Y la decisión hamletiana de ser o no ser presidente, con una calavera con maquillaje fascista en la mano. Menos mal que a mí, en la doble faceta de analista musical, siempre más grata que la de comentarista político, me pillará la noche electoral escuchando La Tercera, de Mahler.

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