La puntilla

Juan A. Navarro Arias / Janavarro@malagahoy.es

Paso atrás

TAMPOCO hubo corrida torista y eso está escrito en el pliego de condiciones de la plaza muy clarito. Así fue el epílogo de una Feria que supone un puyazo de castigo a la afición malagueña. Desde el primero hasta el último, nadie debe quitarse su parte de culpa: Junta de Andalucía, Diputación de Málaga y empresa. Una porque suyas son las competencias taurinas, otra como propietaria del coso y la tercera como organizadora de los festejos. El aficionado que paga, el que menos culpa tiene de todo, también tiene la suya por no denunciar los atropellos que se cometen, que haberlos haylos. Pero en La Malagueta parece que todo vale y este año se ha dado un paso atrás. Ayer mismo fue flagrante el timo de la corrida torista. ¿Dónde estaban los toros? ¿Por qué nadie protestó? Algunos dicen que la fiesta se la cargarán antes los taurinos que los antitaurinos y no les falta razón. Entre tanta desidia colectiva, un grupo de aficionados ha presentado un escrito a la Delegación de Cultura informando de las cosas que ocurren en La Malagueta. El baile de corrales no es nuevo por estos lares pero lejos de buscarse soluciones, cada año va a peor. Málaga fue noticia en todo el país por la histórica suspensión de un festejo, pero la realidad es que debieron de haber sido más. Ahora que la Feria ha terminado, toca hacer cuentas. El número de orejas ha sido excesivo, al menos con una vara de medir de Primera. La empresa verá cómo está la caja. Y el aficionado cuenta y le faltan algunos festejos. El mínimo exigido aún no se ha completado, un año más, así que esperemos volver pronto a La Malagueta, aunque sea para ver a los alumnos de la escuela taurina. Por favor, que le renueven la concesión a sus actuales responsables, sino daremos otro paso atrás.

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