Patria y bolsillo

Si se trata de pagar impuestos y recibir en compensación servicios equivalentes, sería más eficiente un sistema privado

La izquierda parece que por fin se ha decidido a plantear políticas de izquierdas, y justo cuando más falta van a hacer. Una de las mayores lacras de este país es la desigualdad, y para reducirla hay que implementar medidas de redistribución de la riqueza. En un momento como este, es fundamental que las rentas más altas hagan un esfuerzo para ayudar a los que más lo necesitan, o la sociedad se partirá del todo en dos. Pero ese esfuerzo que se les pide requiere de cierta solidaridad, algo de lo que carecen por completo los Cayetanos, que se han tirado rabiosos a la calle a reclamar que lo primero es su bolsillo, y que de ayudar a sus compatriotas nada de nada. Cosa que no solo no sorprende, sino que además debe ser bienvenida, porque sirve para mostrar, mejor que nada, cuál es el dilema que afrontamos una vez más en nuestra sociedad: el equilibrio entre colectividad e individuo.

El argumento estrella para oponerse a un impuesto de reconstrucción es el mismo que para oponerse a otros impuestos del patrimonio, como el de sucesiones: es una doble imposición y es, por tanto, injusto. Lo cual demuestra que no entienden en absoluto el concepto de impuestos. ¿Qué es una doble imposición? Pagar un 20% de IRPF es una imposición del doble que pagar un 10% de IRPF, pero eso no lo consideran una doble imposición. ¿Por qué? Porque no entienden cuál es el único sentido de pagar impuestos: que los que más dinero tienen ayuden a los que menos dinero tienen, con el objeto de ser más fuertes como colectivo.

Un impuesto no es justo ni injusto. No se plantea para que alguien que paga 100 euros de impuestos reciba servicios por exactamente 100 euros; para eso es mucho más eficiente un sistema completamente privado. Un impuesto se concibe para que alguien que no tiene 100 euros pueda tener esos mismos servicios. Para que también puedan tener una Educación o una Sanidad de calidad las personas que no tienen 100 euros. ¿Y por qué eso es importante? Porque, como colectivo, como patria, somos más fuertes si todos podemos tener una Educación, una Sanidad y una vida de calidad. Un pobre, sin formación, ni recursos, ni salud, no hace más fuerte a tu país. Pero para entender algo tan sencillo hace falta ser capaz de anteponer la patria al bolsillo, la colectividad al individuo. Y eso parece que es pedir demasiado para un auténtico patriota.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios