La esquina

josé / aguilar

Pere descubre que aquí se juega

DEBÍA ser -Pere Navarro, el secretario general de los socialistas de Cataluña- el único catalán, incluso el único español, que no sabía que cuando los independentistas se reúnen para impulsar el proceso independentista terminan hablando de eso, de la independencia. Que si planean consultar a los catalanes es para que los catalanes refrenden su proyecto de separación de España.

Obsesionado por no perder centralidad en la política catalana, Navarro ha acabado de comparsa de la operación montada por CiU y ERC, y eso que estos dos partidos que gobiernan en Cataluña -el primero desde la Generalitat, el segundo aparentemente desde fuera- no han ocultado su juego en ningún momento: firmaron un pacto que obliga a convocar el referéndum soberanista, sea legal o ilegal, antes de que acabe 2014, han creado un consejo nacional de transición hacia el nuevo estatus político-institucional, trabajan para construir una Hacienda catalana, encargan informes sobre el futuro ejército catalán y organizan una diplomacia paralela a la española que denuncia ante el mundo a la España recentralizadora que esquilma a la nación en ciernes (aunque le presta dinero para que pueda pagar las nóminas de sus funcionarios y para que hospitales y escuelas puedan seguir funcionando).

Bueno, pues de todo esto Pere Navarro no se había enterado, o no había querido darse por enterado, y sale de la cumbre independentista rasgándose las vestiduras, porque él lo que defiende es sólo que los catalanes sean consultados sobre su relación con España. Es como el capitán francés Renault, de Casablanca, mandando cerrar el club de Rick-Humphrey Bogart:

-Rick: ¿con qué derecho me cierra usted el local?

-Renault: ¡Qué escándalo, qué escándalo! He descubierto que aquí se juega

-Croupier: Sus ganancias, señor (mientras le entrega un fajo de billetes)

-Renault: Gracias. ¡Todo el mundo fuera!

Qué escándalo, el primer secretario del Partit dels Socialistes de Catalunya, acaba de descubrir que Artur Mas y Oriol Junqueras trabajan decidida y denodadamente por la secesión de Cataluña. Sin embargo, no lo veo yo como un cínico estilo Renault que se embolsa los billetes con los que se premia su posición. Ni siquiera logra para su partido la centralidad que persigue asumiendo las ideas del nacionalismo. Creo que hace más bien de tonto útil. Compañero de viaje a ninguna parte.

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