El lanzador de cuchillos

Pildorazos

Hace un año, para Sánchez, Guaidó era el presidente legítimo de Venezuela. Ahora se niega a recibirlo.

Uno. El candidato ¿ultraderechista? Sánchez, que prometió a sus votantes condenar los referéndums ilegales, detener a Puigdemont, acabar con el adoctrinamiento de TV3 y no gobernar jamás con Podemos, porque ni él ni los españoles podrían conciliar el sueño, ha acabado convertido en el ultraizquierdista presidente Sánchez, que ya gestiona el programa bolivariano de Iglesias y de Garzón, con el apoyo de terroristas, separatistas y un tío de Teruel que vive en Valencia. Pero no se lo recuerden (ni a él ni a sus votantes) porque entonces los ultraderechistas serán ustedes. Además, la investidura fue hace ya veinte días. ¡Qué coño hacemos hablando de esto! A otra cosa, mariposa.

DOS. No falla, es llegar la izquierda al gobierno (¡y qué izquierda, señores!) y ponerla en circulación. Dale que dale, por tierra, mar y aire. La palabra de la legislatura será -ya lo es y acaba de empezar- "crispación". O lo que es lo mismo: "¡A callar, que ahora mandamos los buenos!".

TRES. ¿A que no saben ustedes a quién ha pedido ayuda Quim Torra para paliar los daños causados por el temporal Gloria en la sedicente -y sediciosa- República Independiente de Cataluña? ¡Bingo! ¡Al represor y fascista Estado español! ¿Y a que no se imaginan quiénes se han jugado la vida bajo las aguas del Mediterráneo para buscar a los desaparecidos en la Costa Brava? ¡Exacto! ¡Los buceadores fascistas y represores de la Guardia Civil! Hemos pasado del amigos para siempre al amigos para siempre… que nos hagáis falta. En mi barrio a eso le llaman ser puta y poner la cama. Con perdón de Carmen Calvo.

CUATRO. Tenemos nuevo facha en la oficina, se llama García-Page y es… presidente ¡socialista! de Castilla-La Mancha. Que si lo de Cataluña fue un atentado contra el orden constitucional, que si con el Código Penal no se mercadea, que el mantra del diálogo es un ful de Estambul cuando hay veneno en las palabras, que habría que empezar a castigar a los candidatos mentirosos. ¡Madre mía, entiendo la indignación del progrerío! ¡Este tío es todavía más ultra que el Sánchez de hace dos meses!

CINCO. Hace un año, para Sánchez, Guaidó era el presidente legítimo de Venezuela. Ahora se niega a recibirlo, mientras el ala chavista de su gobierno rebaja al político venezolano a "dirigente importante de la oposición" y el fontanero Abalos se cita con nocturnidad, mendacidad y escalamiento con la princesa madura de ZP. Sin embargo, nadie pedirá explicaciones al doctor Fraude, porque, como dice Rafa Latorre, de qué sirve preguntar a un individuo que ha sometido su palabra a una devaluación tan severa que está casi al precio de un bolívar.

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