La ciudad y los días
Carlos Colón
Tras el Congreso: servir o servirse
Quizás
Elecciones, tiempo de encuestas, pronósticos y Nostradamus aficionados. Todo el mundo de los enterados compitiendo por ver quien sabe más. Algunos profesionales utilizan datos fidedignos; otros realizan sus vaticinios confundiéndolos con sus deseos. Todos saben lo que va a pasar. En caso de victoria tienen preparado el discurso que darán el día en que entren en sus nuevos despachos, antes de que la realidad devore sus ilusiones. Los que van a perder conocen bien las excusas que darán. Se repiten frases, acusaciones, insultos y promesas. Se impone el optimismo en el PP. La izquierda anda haciendo lo que mejor sabe hacer, autodestruirse. Dicen que los extremos descenderán y que como siempre el combate se decidirá en el centro y en la economía. Los medios de comunicación cada vez influyen menos, pero hay una mayoría apabullante que se decanta por el antisanchismo. Huele a derrota clamorosa de un gobierno que se sienta en las mesas que más deciden del mundo, junto o enfrente de los principales líderes, pese a haber capeado con éxito la pandemia y las consecuencias en el precio de la vida a causa de una guerra a tiro de misil de nuestro país. Parece que ganarán holgadamente quienes han paralizado la justicia del modo más anticonstitucional, pero que se presentarán como la solución ante un gobierno en manos de nacionalistas que pretenden acabar con nuestra ley. Vox ha perdido fuelle, no asusta, y se han convertido en unos frikis de la política. Cs no existe. La derecha se aglutina por tanto bajo un nuevo líder que no pasa de ser una versión B del Rajoy al que no hace mucho echaron del congreso. Podemos está más interesado en que no les vaya bien a Yolanda Díaz y a Errejón, que a otra cosa. Los nacionalistas vascos y catalanes aspiran a ser socios necesarios del que gane, sea quien sea.
En ese ambiente, carecer de un pronóstico, de una opinión, es como no jugar a la lotería en Navidad. Así que vamos a ello. Pero déjenme que primero les diga que carezco de fuentes privilegiadas y de conocimientos sobre política. En los ayuntamientos, los ciudadanos premiarán o castigarán a sus alcaldes en función de sus obras, de ahí tanta zanja abierta en nuestras ciudades. A nivel autonómico se esgrimirán eslogans y el que se apropie de los mejores será el ganador. Ayuso ha convencido a muchos de que ella es la garante única de la libertad. Supongo que se refiere a los horarios y a los trámites burocráticos, pero nadie le pregunta por otro tipo de libertades. A nivel nacional la cosa está muy clara. Este año la Liga la ganará el Barça y la Champions el Madrid porque hay cosas que no cambian.
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