El Rey ha viajado a Jerusalén para asistir al V Foro Mundial sobre el Holocausto, en el que participan más de 30 jefes de Estado y de Gobierno, convocado con motivo del 75 aniversario de la liberación de Auschwitz. El pasado miércoles fue el único mandatario invitado a tomar la palabra en la cena de bienvenida ofrecida por el presidente de Israel. Un honor que reconocía el papel "respetado y apreciado" que tiene España en la comunidad internacional y en su relación con Israel. El próximo 27 de enero, día de la liberación de Auschwitz, los Reyes de España y otros líderes internacionales acudirán al acto que se celebrará allí.

En un momento de recrecimiento del antisemitismo, ya no alimentado por razones seudo cristianas, como hasta el siglo XIX, ni por razones dawrninianas y seudo científicas, como en los siglos XIX y XX (este fue el moderno antisemitismo responsable del Holocausto), sino por la extrema derecha populista y el anti yanqui-sionismo enarbolado por la izquierda, es importante recordar Auschwitz. El odio a los judíos, cuyo delito histórico es haber sido la única cultura que ha logrado sobrevivir sin tierra ni Estado propios durante su exilio de dos mil años, desde la destrucción de Jerusalén el año 70 hasta 1948, ha tomado nuevas formas después del Holocausto. La Iglesia rectificó con la conferencia de Seelisberg en 1947, la eliminación de la fórmula "pérfidos judíos" del Oficio de Pasión por Juan XXIII en 1959 y sobre todo con la declaración Nostra Aetate del Vaticano II en 1965. La ciencia y la seudo ciencia -darwinismo social, determinismo genético, eugenesia racial-, apoyada por eminencias de países "civilizados", y llevada a su extremo por los nazis, fueron abandonadas. Ahora lo alimentan el odio "progresista" a Israel, que se extiende a todos los judíos, y el crecimiento de los populismos de extrema derecha.

Por eso este Foro y los actos del próximo día 27 en Auschwitz son importantes no solo como memoria del pasado en este repunte del antisemitismo revestido de sus antiguos ropajes de extrema derecha -versión populista o cabeza rapada- y por desgracia de otros nuevos de izquierdas. Y deben aplaudirse las palabras del Rey en Jerusalén: "Olvidar la Shoah no solo deshonraría la memoria de millones de víctimas, también sería extremadamente peligroso" porque "la barbarie puede crecer incluso en medio de la tecnología y cultura avanzadas". Como sucedió en Alemania.