Al margen

Ramón Triviño / Almargen@malagahoy.es

Rondeña

NO se trata ahora de enlazar coplas de cuatro versos octosílabos, sino de fijarse en la operación política, todo un cante, que en el mayor de los secretos, ha vuelto a llevar al PSOE de Ronda al gobierno del Ayuntamiento de la Ciudad del Tajo. Un retorno que se produce de la mano del alcalde, Antonio Marín Lara, camino de convertirse en funambulista político, que no hace mucho propinó una patada en el culo a los ediles socialistas para desalojarlos del poder municipal. Según Marisa Bustinduy, secretaria saliente del PSOE malagueño, fue el regidor el que llamó para buscar solución a la crisis abierta tras la expulsión de los populares del ejecutivo del Consistorio rondeño y que ellos accedieron a prestarle auxilio por pura responsabilidad política. Hasta aquí los ingredientes de una historia de amor y desamor, encuentro y desencuentro, que serviría para componer una de esas desgarradas tonadillas que hacen furor, si no fuera porque detrás de la parafernalia de la puesta en escena no se ve luz.

Tan escasa iluminación, que durante el acto de presentación del acuerdo sellado por los secretarios generales de PA y PSOE no se permitieron preguntas a los periodistas, sería cosa de impedir que alguien se arrancara con una petenera, ni se anunció el reparto de las áreas del nuevo ejecutivo rondeño, que fue filtrado minutos después de concluir el mismo. Hará pensar y, por supuesto dará que hablar, si se confirma que el eurodiputado Juan Fraile, que debe invertir la mayor parte de su tiempo en Estrasburgo, que está íntimamente relacionado con alguna entidad de crédito y que se ha posicionado claramente a favor del polémico proyecto de Los Merinos se hace cargo del área de Urbanismo. No estaría de más, que el crítico Francisco Cañestro, tan parlanchín en tantas ocasiones y que ahora se embarca con tan extraños compañeros de viaje, saliera ahora a la palestra, no para entonar una rondeña típica de su tierra, sino para, por ejemplo, tranquilizar, entre otros, a los que en el actual proceso congresual de su partido han puesto la ética socialista en su estandarte. Lo demás sería una milonga.

La presidenta de los populares de Ronda, Begoña Chacón, que también lleva pasado lo suyo, ha dicho que este pacto es como el abrazo del oso. Creo que no. Que con el tiempo se demostrará que este nuevo episodio de la política municipal de Ronda será como un tango, que se baila muy agarrado y con pasión. En este caso quizá exuberante.

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