Rosa Díez sigue, UPyD... se verá

30 de marzo 2015 - 01:00

ROSA Díez es una política personalista, incluso muy personalista, pero no mucho más que otros dirigentes que están al frente de otros partidos, de gobiernos y de ayuntamientos. Después de marcharse del PSOEtras no haber ganado uno de sus congresos y de abrir una brecha con sus correligionarios a cuenta de cómo abordar los nacionalismos, Rosa Díez fundó UPyD con la ayuda de intelectuales, profesores universitarios y personas sin apenas pasado político. UPyD supo ver antes que otros el final del bipartidismo en España y se intentó colocar en un espacio ideológico diferente al habitual eje derecha e izquierda, protolenguaje de los partidos emergentes que han venido después. Ése ha sido, precisamente, su problema y el de su partido, y en esta falta de respuesta ante los nuevos tiempos sí ha tenido mucho que ver cuanto de proyecto personalista tenía UPyD. Después de las elecciones europeas del mes de mayo, quedó claro que difícilmente habría en España un espacio para dos partidos del mismo corte, Ciudadanos y UPyD. Es más, la diferencia entre ambos es mínima. Rosa Díaz negó entonces que Ciudadanos tuviera un proyecto nacional, y a ello se agarró para negar el acercamiento entre los dos partidos. Forzada por la situación, por los intelectuales que la habían apoyado y por otras corrientes de opinión, aceptó iniciar contactos con Albert Rivera pero, desde el principio, se notó la falta de voluntad. UPyD sostiene que Ciudadanos pidió mucho y que su lucha contra la corrupción tiene más de estética que de fondo. Es posible, pero los acontecimientos son férreos. El trato que UPyD y Rosa Díez dieron a los críticos, caso del eurodiputado Sosa Wagner, fue impropio de una formación que se presentaba como algo nuevo, carente de las miserias de otros partidos. Albert Rivera le ganó la partida de la opinión pública y los nuevos votantes premiaron al que deseaba la fusión. Desde entonces ha ido de error en error. Los diputados de UPyD serán los más trabajadores, inflexibles en casos como el de Bankia, pero mandan las circunstancias. Ciudadanos podría haber aportado a UPyD la frescura de la que carece Díez -una política de vieja escuela- y a día de hoy se habría convertido en una alternativa real de Gobierno en muchos lugares de España. Después del fracaso en las elecciones andaluzas, Rosa Díez ha decidido retrasar el necesario congreso extraordinario hasta después de las municipales y autonómicas del 24 de mayo, otra oportunidad perdida. No obstante, la recomendable fusión de los dos partidos es también un asunto de Ciudadanos, siempre hay tiempo para la generosidad. Si no hay fusión, UPyD se extinguirá poco a poco.

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