Lo presagiaba. No hay que ser muy listos. Una colilla, han 'fumao'. Pues eso me pasa con el presidente Sánchez: tanto chalaneo, tanta vueltecita en avión, tanto look casual, no podía deberse a otra estrategia: alcanzar la inmortalidad en los anales de la historia. Demasiadas poses. Pero este fin, humano donde los haya, debiera haberse acompañado de decisiones acertadas de gobierno. Y no ha sido así. Nada hay más cuestionable que los comienzos de su reinado anunciando medidas que en escasas fechas corregía. Cambiando ministros recién elegidos. Visto el panorama, era entendible que se dedicara a batir nuevos récords para su acervo inmortal: el presidente más viajero de la democracia. Por ejemplo. Buena meta.

Frikismos aparte, la semana comenzó nombrando alcaldable a su buen amigo y entrenador de basket Pepu Hernández. Otro charco que pisa, para gloria suya, y cabreo supino interno. Quien acusó al viejo socialismo de no contar con las bases, quien abanderó la democracia interna, impone candidatos mandando a freír puñetas los procesos de primarias. Total, si aquello lo dijo sólo para tocar pelo y alcanzar la histórica inmortalidad…

Media semana. Circo: algunas medidas, globos sonda, fuegos de artificio, como quieran llamarle. Llamar a la puerta de la Iglesia, acusar a padres de centros concertados de practicar deducciones indebidas en sus declaraciones de renta. Mil millones. Por lo menos. Ya les hubiera gustado acusar a los colegios (la patronal). Pero no pueden: sólo certifican. No hacen declaración de la renta. Hete aquí, una vez más, la irresponsable estrategia de la fractura social. Como con la Ley de Memoria Histórica o cualquier cuestión que, de paso, le proporcione una cortina de humo para la práctica deportiva extrema que acostumbra: ejercicios de supervivencia.

No era suficiente aún. La semana debía encumbrarlo más aún. Un reality show. Y llamó al relator. Aún no han aclarado bien lo que es -hay que ver los saraos en que pone Sánchez a Carmen Calvo, la superiora de su convento-: alguien, que no es alguien; que debe ser… "catañol" (puestos a crear palabros…); que debe mediar… o no, vaya usted a saber. Lo que discute nadie es que deba glosar las memorables hazañas de nuestro presi. Para el bien de nuestra historia. Eso seguro.

Finalizamos. Partido de baloncesto. Ahí sí. Ahí es único. Tira de todos lados de la pista. Tanto lucir destreza, que intentó tirar más allá de medio campo. Y, a lo Tip y Coll, se cansaron sus compañeros. "No hijo, no". Se aburrieron de tanto postureo innecesario. Sobretodo los barones del PSOE, los que observan cómo arruina aquella posición de equilibrio social que durante cuarenta años sostiene nuestra democracia. Al final, será verdad que no todos los socialistas cojean del mismo pie, ni todos están en disposición de subastar España. Será que el cuento del federalismo que silenció a todos los de su fila, se ha vuelto en su contra, y hoy se sienten engañados cuando el inmortal Sánchez dispone a su gobierno, relator incluido, a conversar sobre una hoja que en absoluto recoge aquellas promesas.

O será, que, una vez más, se ha dispuesto para que volvamos a reír con Tezanos.

El tiempo lo dirá. Pero él será inmortal.

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