Sexo

La división entre hombres y mujeres se ha quedado tan obsoleta, como la de entre homosexuales y heterosexuales

16 de noviembre 2023 - 00:15

Es práctica habitual de los gobiernos hacer encuestas a sus ciudadanos para pulsar lo que llamamos “opinión pública”. Los datos sirven para tomar decisiones y en ocasiones para hacer política partidista, como ocurre con la gestión que José Félix Tezanos está teniendo en el Centro de Investigaciones Sociológicas. Pero no sólo vivimos de la intención de voto y las oportunidades que de ello se concluyan. La vida es mucho más que decidir quién gobierna y cómo lo hace; y en ese sentido llama la atención el olvido que parece haberse producido en un campo de investigación sociológica desde hace ya catorce años. Porque la última vez que se realizó una encuesta nacional sobre usos y costumbres sexuales de la ciudadanía española fue en el lejano 2009. Desde entonces han cambiado muchísimas cuestiones. Empezando por la categorización de las distintas identidades de género (cisgéneros, transgéneros, intersexuales, queer, género fluido, bigéneros, inter o pangéneros) y siguiendo por los tipos de orientación sexual (heterosexual, homo, bi, pan, demi, lith, auto, antro, polisexuales o los asexuales) el caso es que la división entre hombres y mujeres se ha quedado tan obsoleta, como la de entre homosexuales y heterosexuales. Y no hay datos referidos a esta nueva sociedad.

Tampoco los hay respecto a las nuevas formas de alcanzar el placer. Hay informaciones que hablan de que determinados juguetes sexuales se venden muchísimo y que algunos incluso lideran las ventas on line; pero son cifras que carecen de respaldo oficial y desconocemos si son parte de alguna campaña de marketing dirigido a incrementar su comercialización o ejemplos verídicos de una realidad muy diferente a la oficial. Igual ocurre con las nuevas costumbres referidas a la vida en pareja, más abiertas y tolerantes con la monogamia. En resumen, sabemos que opinamos sobre la amnistía, pero no lo que están suponiendo los avances en la igualdad de géneros ; la mayor visibilidad de las personas LGBTQ+; los cambios en las normas sociales respecto al sexo; el aumento de la esperanza de vida; los movimientos feministas; la creciente preocupación por la imagen corporal; el fácil acceso a la pornografía; el auge de las aplicaciones de citas o la disponibilidad de nuevos artilugios de tecnología avanzada para el logro de la satisfacción sexual. El sexo no es algo oscuro y pecaminoso, sino motivo de felicidad si se practica desde el respeto. Es hora de tratarlo con la naturalidad con que se manifiesta y estudiarlo con el interés debido a todo lo que nos hace ser quienes somos. Porque como dijera Cesare Pavese “si el sexo no fuera lo más importante de la vida, el Génesis no empezaría por ahí”.

stats