PANORAMA SIN EL SILO

Francisco Peñalosa

Tarjeta postal

E N la terraza del restaurante Erik el Rojo -Avenida de Príes-, todavía es Navidad. Sobre un azul escarchado luce el oro de un sol tibio de mediodía. Dos prestigiosos críticos del sarkozynismo imperante, se encuentran sentados frente a frente. En medio, sobre la mesa con mantel de cuadros rojos y blancos, hay una centolla repleta de corales. A la izquierda, el epistemólogo palermitano, de origen sefardí, Salmo Peral. En el lado derecho está Telégrosses, filósofo de lo húmedo, nacido en la isla griega de Eros, pero hoy apátrida. Hablan sobre la duda. ¿Hacia dónde decantarse, en el caso de tener que elegir entre la centolla o Carla Bruni? El astrohúngaro Nicolás Príncipe de la ENA (aunque tenga cara de ciclista retirado), ya ha elegido cambiando a la primera dama por una segunda más nueva. Aunque las malas lenguas digan que es de cuarta mano. Y la que era "la otra" ahora es "la una". El Nilo ha sido el fondo de la tarjeta postal que da la vuelta al mundo, anunciando la epifanía del nuevo amor. No es casual ni inocente el fondo fotográfico del romance. En el Nilo hay cocodrilos. El cocodrilo es sinónimo de Lacoste, y Lacoste simboliza a la grandeur francesa en la Copa Davis. ¡Qué sarkozýnico es Sarkozy! Primero se ocupa de la postal, y deja para mejor ocasión la radiografía de sus sombras interiores. Porque los rayos X sacan a la luz esas vergüenzas que habitan en el espacio profundo de los claroscuros.

También las ciudades tienen su postal y su radiografía. En Málaga, la postal es La Manquita, el Cenachero, Antonio Banderas, o Chiquito de la Calzá (o sea, los monumentos). Y la radiografía nos enseña los equipamientos, servicios, seguridad, limpieza, decibelios, playas, zonas verdes, etc; (es decir, lo cotidiano).

El cabildo municipal de Málaga ha pensado que la ciudad necesita una nueva postal para el siglo XXI. Algo "genial", y como muy 2016. Proponen una escultura de 20 metros -liliputiense- a la entrada del Puerto, dedicada a Picasso, (aquel famosísimo pintor francés que nació en Málaga).

Un grupo de vecinos propone comprar los derechos de autor de dos rascacielos míticos de la arquitectura contemporánea, pero no construidos. Se trata de rascacielos de vidrio dibujados por Mies van der Rohe en 1920, y del rascacielos para el Instituto Americano del Hormigón, proyectado por Luis Kahn en 1957.

Sería pura forma, sin función, como la Torre Eiffel. Una envoltura de paneles solares, fotovoltaica, ecológica, biocapaz, verdepacífica, bioclimática, y por supuesto sostenible.

De la Torre tendrá su torre Picasso.

Torre de Pablo, Pablito, Pablete/ que a fuerza de ser alta cual ninguna,/ más que torre dijérase un cohete.

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