Ignacio Del Valle

Tiempos fieramente barrocos

05 de octubre 2023 - 01:00

En el Museo Carmen Thyssen se ha inaugurado la muestra temporal Fieramente Humanos. Exposición acorde a los tiempos barrocos que nos están tocando rezar. El barroco se me atraganta un poco por el concepto de arte de la Contrarreforma. Todo lo que sea a la contra suena a fatiga. Tras el Concilio de Trento, a partir de 1563 las directrices vaticanas se centraron en frenar la sangría de católicos que se pasaban a las filas protestantes. Los luteranos además dominaban la poderosa imprenta persuasiva. Los feligreses cambiaban de fe como de compañía telefónica y de Jesús. Todo en un ambiente en el que los maestros de la escultura y la pintura barroca se distinguen por un talento excepcional al servicio de la religión. Se alcanza un nivel extraordinario en lo compositivo, cromático, juegos ópticos y trampantojos. En la Cenacheriland de la capital cultural se agradece esta muestra con más de una treintena de obras venidas del Museo de Bellas Artes de Valencia. Autores como Velázquez, Ribera, Murillo, Martínez Montañés o Mena. Una expresividad de vidas ejemplares que meten un poco de miedo y que a los boomers nos toca de refilón. A las generaciones ulteriores ni eso. Por ello, se sorprende uno al reconocer a un San Pedro porque le crucificaron boca abajo y nunca se olvida las llaves del cielo o san Pablo con cuatro legajos que representan a los evangelios, santa Teresa empoderada, san Jerónimo semidesnudo con la decoración de la calavera. No falta ni un san Sebastián asaetado. Santidades más de hueso que de carne, que decían que la cataban poco. Se revelan los rigores de la dieta ascética, eremita, conventual, siempre frugal. Germán Coppini, el cantante de la banda gallega Golpes Bajos en lo más álgido del descerebre ochentero sacó el álbum y canción Santos de Devocionario (1985): “Un silencioso heroísmo de la misiones de fe… Santos de devocionario. Convertidos a sí mismos contra demencia y pasión. Santos de devocionario. Su acento no deja duda de la verdad de su corazón. Ánimos tan generosos son los que infunden valor. Vidas perecederas vida de abnegación. Entregados como ofrenda donde hay certeza interior. Con suave mansedumbre otorgan su bendición”. En Fieramente Humanos también se puede admirar varias obras modernícolas del Equipo Crónica que dialogan y salpimentan el claroscuro. Retratos y ejemplos de santidad barroca de los que vamos escasos.

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