Postales desde el filo

Volver a empezar

De la Torre es el único político malagueño activo, y debe ser de los pocos en toda España, superviviente de la Transición

El alcalde De la Torre no repetirá como candidato. Lo noticiable es que haya tenido que precipitar el anuncio por un comentario, no sé si imprudente o intencionado, de su mujer en una televisión local. Probablemente hubiese preferido esperar, a un momento más próximo al fin de su mandato, para certificar su paso a la situación de "pato cojo", con los inevitables inconvenientes de tal condición. Por su edad -aunque Trump acabará su mandato aún con más edad- es una anomalía en un país seducido por la efebocracia. Es el único político malagueño activo, y debe ser de los pocos en toda España, superviviente de la Transición. Su caso es aún más excepcional si tenemos en cuenta que el inicio de su carrera política data de 1971, como presidente de la Diputación predemocrática. Si algo ha caracterizado a De la Torre es haber sido un político eminentemente local. Sus ambiciones políticas nunca traspasaron los límites provinciales. Incluso cuando se retiró de 1982 a1995, tras los fracasos de la operación Roca y el CDS, mantuvo desde la sociedad civil una intensa actividad en la reivindicativa y localista asociación Aesdima.

Cuando acabe su mandato habrá permanecido casi dos décadas en la alcaldía. Todo un récord. En principio parece que el PP no tendrá graves problemas sucesorios; aunque estos cambios los carga el diablo. Sustituir al que ha sido alcalde casi dos décadas tiene sus riesgos. La marcha de De la Torre abre una ventana de oportunidad que la oposición debería saber aprovechar. El PSOE, sumido en su peor crisis, se juega su futuro en las próximos meses. Si de lo que se trata es de volver a empezar, debería hacerlo centrando sus esfuerzos en las municipales, ya que lo primero que perdieron fueron las ciudades. En un interesante artículo, publicado en El País, el economista David Lizoain recomendaba al PSOE estudiar las estrategias con las que el Partido Liberal canadiense, liderado por el carismático Justin Trudeau, logró superar su grave crisis. Pusieron en marcha distintas medidas, por ejemplo, según cuenta Lizoain, que "como paso previo a su recuperación, los liberales avanzaron dentro de los electorados urbanos y fueron capaces de presentarse como la mejor alternativa a los conservadores. Sustituyeron a los lugartenientes de unos aparatos decadentes por candidatos con amplio prestigio profesional que representaban la realidad social. Presentaron las candidaturas más diversas de su historia". Tomemos nota.

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