Al margen

Ramón Triviño

Se anima el cotarro

NO sé si será porque Málaga está considerada por los partidos como provincia prioritaria en esta campaña electoral, o porque todavía los estrategas piensan en que pueden raspar al contrincante un escaño, la cosa es que ya metidos en la recta final de esta desenfrenada carrera hacia las urnas se empieza a sentir una extraña sensación de velocidad que no puede traer nada bueno, al menos para el cronista. Dando un vistazo a las agendas de los candidatos llegas a sentir vértigo, porque van cargaditas. Un cabeza de cartel puede llegar a protagonizar en la misma jornada más de media docena de actos, entre reuniones sectoriales, ruedas de prensa, paseos electorales o mítines. Ayer mismo, que hice un seguimiento sobre el terreno de los actos de Esperanza Oña, me dio por pensar en que nuestros aguerridos candidatos deben realizar una preparación especial, a todos los niveles, para poder encarar, sin que las fuerzas flaqueen, un esfuerzo que se antoja sobrehumano.

Prueba incontestable de que la famosa tensión está llegando a su punto más alto es que de cara a los comicios del domingo la solicitud de votos por correo ha crecido un 38 por ciento en relación a la convocatoria electoral de 2004. Además, curiosamente, Andalucía se coloca a la cabeza de este ranking de votos postales. Aunque también hay que decir que hay gente para todo. Otro dato de ayer habla sobre el interés de los andaluces en la campaña electoral, pero en sentido contrario. La exitosa teleserie Aída obtuvo en la noche del domingo una cuota de pantalla del 35 por ciento, frente al 21,5 que logró el cara a cara protagonizado por Manuel Chaves y Javier Arenas en Canal Sur. Ni siquiera en el llamado minuto de oro superó el millón de espectadores. Quizá, en el caso de Málaga, parte de la culpa de que no se lograra un éxito de audiencia, similar al de los debates nacionales, estuviera en el hecho que varios miles de ciudadanos quedaron atrapados en sus vehículos por el embotellamiento en las carreteras que presidió la operación retorno del puente del 28-F.

También están los que intentan sacar tajada de la agitación electoral. Ya es sabido que en las fechas previas a los comicios, suelen saltar a la palestra noticias sobre la convocatoria de huelgas, en este o aquel sector, en un intento descarado de presionar a fondo a las administraciones. Se puede hacer de forma más fina y elegante. Por ejemplo, la patronal hotelera de la Costa del Sol ha conseguido, tras la firma ayer de los representantes del PP, el compromiso de que el partido que salga triunfador el 9-M dará prioridad a la finalización del imprescindible saneamiento integral. Otro de los temas que sirvió de arma electoral arrojadiza en la jornada del lunes.

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