Apagón Madre

Dar a luz. Entendemos el nacimiento de un bebé como el viaje hacia la luz, desde la oscuridad al mundo exterior. Hoy domingo es el Día de la Madre; imagino que el de las floristeras también. ¡Ay, las madres! Psicólogas, economistas, ingenieras, juezas, expertas en logística, maestras, también doctras… De las amas de casa y campeonas de tiro al niño con zapatilla hemos pasado a mujeres empoderadas profesionales multitask. De la familia tradicional de parejita, a la diversidad con un abanico de opciones de lo más sorprendentes.

Sobre muchas madres sobrevuela la conciliación de la trabajadera doméstica con la necesidad de realizarse a través de la independencia económica… y las esclavitudes que aporta un sueldo. Un equilibrio funambulista con estos horarios y turnos estrambóticos. Ya es coincidencia que el 1 de mayo, Día del Trabajo, esté tan pegado al Día de la Madre y a la medallita del “hoy te quiero más que ayer, pero menos que mañana”, que anunciaban en los días los dos rombos en televisión.

No hay peor ofensa que cagarse en la madre de alguien o llamarle hijo de tal. En muchos países hispanoamericanos el Día de la Madre es más importante que la Navidad. Tiene que ver con el hecho de que son las madres quienes tiran del carro ante la indolencia de zánganos que se desentienden de sus responsabilidades. Hay sociedades donde el matriarcado es esencial.

Las madres en España desempeñan un papel a medio camino entre los usos tradicionales, la modernidad y las altas exigencias laborales dentro y fuera de casa. La proporción de hombres que colaboran en las tareas domésticas aumenta; aún así, los avances van a ritmo de caracol en ese camino hacia la igualdad.

El paro femenino en España (12,4?%) sigue superando al masculino (10,6?%) y las mujeres aquí cobran un 14?% menos por hora trabajada. Para colmo, la pirámide poblacional es dramática: apenas nacen criaturas, se ha reducido mucho la tasa de natalidad. No es por falta de ganas, sino por falta de medios, entre los que destaca la vivienda.

En el Día de la Madre, además de felicitar a todas las madrazas de Cenacheriland, es imperativo alertar acerca de la urgencia de nuevas políticas públicas y apoyo social a la natalidad, para evitar un apagón demográfico que no se resuelve en días… más bien en décadas. A ver si le damos solución antes de que se nos fundan los plomos :-)