Un ataque de cuernos

Belarra y Montero, cabreadas como unas monas viendo que el alto y guapito de Sánchez solo tiene ojos para la rubia

Cuando el profesor Shameless aborda el tema de la erótica del poder entiende que se trata de un problema esencialmente poliédrico y fractal hasta la desesperación del observador no suficientemente avezado que, no obstante, se incardina perfectamente en su explicación de los hechos públicos desde la doctrina de la dinámica de copas. Un sistema de pensamiento que pretende explicar los diferentes comportamientos políticos (y comportamientos en general) desde la misma lógica que impera en la barra de cualquier bar, un viernes por la tarde, a la salida de la oficina. Acorde con esta línea de reflexión, el viejo profesor sostiene que la reacción de cualquier macho alfa (con independencia cuál sea su género o afinidad sexual) es especialmente vengativo cuando experimenta lo que cualquier noche de verano llamaríamos un ataque de cuernos. En estos casos, la racionalidad se pierde, la capacidad de reflexionar sobre el espectáculo que se puede estar dando desaparece y el numerito público y en directo está servido porque lo único que importa es gritar al mundo entero que ellos (el partido corneado) son los únicos depositarios de la pureza y virtud revolucionaria.

Pizca arriba, pizca abajo, esto es lo que le viene ocurriendo a Podemos desde que Iglesias dejó la jefatura y el Gobierno, y pensó que podría manejar a Yolanda Díaz. Mujer que debía seguir los dictados de sus encantos. Díaz, que inició su andadura política en la Izquierda Unida gallega, no debía andar muy contenta después de ver cómo Podemos había fagocitado en unos meses la formación histórica en la que militaba y decidió seguir siendo una mujer liberada. ?Si te vas, te vas, pero esto de seguir de follamigos, no va conmigo?, debió explicarle a Pablo, que se resignó a ejercer su apostolado en las redes. Y sus dos compañeras de viaje, Belarra y Montero, cabreadas como unas monas viendo que el alto y guapito de Sánchez solo tiene ojos para la rubia.

Así las cosas, Podemos vota en contra de la reforma del subsidio de desempleo argumentando la oposición al recorte a unos derechos que ya habían sido compensados con la subida del salario mínimo e impidiendo la consecución de otros, y Pablo Iglesias se enfada porque Díaz ha llamado al PP y no a ellos. Nuevo ataque de cuernos. Su antiguo socio, Garzón, ha explicado técnicamente la falta de sustento de los argumentos de Podemos, pero ha omitido explicar el verdadero porqué.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios