Del cariño al olvido

Es interesante ver cómo, cuando las elecciones quedan en lontananza, los políticos olvidan todo

Es interesante observar cómo, cuando los periodos electorales quedan en lontananza, los políticos olvidan todo aquello que prometieron en campaña. Parece que así corriesen menos riesgos de que se les pueda recordar cuánto dejaron de hacer en los instantes más críticos. De ahí que no paren de soltar cortinas de humo, una tras otra, hasta que el hartazgo general llegue a su fin. Y el problema es que ya no queda mucho espacio para seguir gestionando banalidades.

Esta semana hemos tenido en algunos lugares de España una "consulta ciudadana" sobre monarquía o república. Es, sin duda, un tema de máxima actualidad del que habla toda la ciudadanía, especialmente cuando tiene que pagar el pan o la gasolina. El enorme esfuerzo que realizan algunos partidos para hacernos perder nuestro tiempo y el suyo en asuntos nimios es realmente apabullante, pero ahí siguen. Aunque hacer coincidir esta consulta con la resolución de todos los asuntos judiciales pendientes del Rey emérito suene realmente a las últimas balas de quien no le quedan más argumentos.

El segundo gran tema de la semana ha sido la regulación de la incapacitación laboral por la regla femenina. Un hecho ampliamente reclamado desde hace apenas cinco minutos pero del que se desconocía siquiera su interés. Lógicamente, y como ya empezamos a acostumbrarnos, las dos almas en permanente refriega del gobierno se han enfrentado al combate fratricida. O sea, que si poca importancia tenía el tema ahora se eleva a la categoría del ridículo al restregárselo unas ministras a las otras. Al final serán capaces de tirarse a la cara la edad que tiene cada una y, de ahí el hecho de que de la regla sólo se acuerden las más jóvenes, si no, al tiempo. Y el tercero, aunque más espinoso, es el del espionaje a mansalva entre gobiernos y partidos. Al final pagó el pato la discreta funcionaría que recibía órdenes, pero sale de rositas el que las dio porque ese pertenece al poder. Evidentemente estas injusticias se acaban pagando, ya que a partir de ahora no se ordenará una escucha, aunque venga avalada por todos los jueces del mundo. Pero cuando se opta por destruir los servicios secretos de un país a cambio de la supervivencia de un pacto contranatura, todo puede ir a peor. Por eso decía el premio Nobel y matemático Bertrand Russell "Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos por hacer lo posible imposible"

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