Las cosas cambian

Después de una semana de rumores y reuniones de esta democracia nuestra llena de incógnitas, finalmente, la Mesa del Congreso de la XV Legislatura ha quedado constituida. La nueva presidenta será la socialista balear Francina Armengol que consiguió 178 votos de siete partidos políticos (PSOE, SUMAR, BNG, ERC, JUNTS, PNV y EH BILDU) y la mesa será controlada por la izquierda (Vicepresidencia 1ª para el PSOE y Vicepresidencia 3ª y Secretaría 1ª para Sumar). Además, la derecha se dividió y el PP retiró su apoyo a Vox su apoyo para que éste obtuviera un puesto en la mesa de congreso –el PP consiguió las vicepresidencias y secretarías 3ª y 4ª -, sin embargo, Cuca Gamarra pasó de tener 172 a 139 votos. Finalmente, el Senado eligió por 142 votos a Pedro Rollán como Presidente y el PP se quedó con 4 puestos de la Mesa y otros tres fueron para el PSOE. La Mesa del Congreso sería del bloque de la izquierda (PSOE y SUMAR) con participación del PP y la Mesa del Senado sería del PP (con participación del PSOE) –el dominio con mayoría absoluta del PP les permitiría rechazar leyes que procedan de la Cámara Baja, que pueden aprobarse definitivamente de vuelta en la Cámara baja con excepción del poder de veto sobre la estabilidad que marca los límites económicos en los que el Gobierno debe moverse para elaborar los Presupuestos Generales del Estado-.

Más allá de la aritmética resultante, los pactos son el resultado de la negociación con ERC y Junts del uso de las lenguas autonómicas, así como como dos comisiones de investigación sobre el caso Pegasus y los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils, así como la desjudicialización de procés. La petición del uso urgente en la UE (27 lenguas) puede encontrarse con problemas de aceptación ante ya las numerosas lenguas oficiales (27 lenguas). En el caso de su uso normalizado en el Parlamento, hay dudas sobre si habría que reformar el Reglamento. En cualquier caso, de no ser necesario, su puesta en marcha implicará un eficiente servicio de traducción simultánea. Finalmente, desjudicializar el 1-0. Quedan fuera, por ahora, el tema de la amnistía, que siembra muchas dudas a los juristas y el del referéndum y la independencia, descartado por la Constitución.

Nuñez Feijóo, a pesar de ser el ganador de las elecciones, sale debilitado de las negociaciones para la Mesa del Congreso y también para su propia investidura. Parece un líder que se maneja mejor en un contexto de mayorías absolutas –como cuando era presidente de la Xunta de Galicia- o el actual Senado pero tiene menos cintura para un resultado electoral como el de esta legislatura. Ha sabido recabar pocos apoyos (CC y UPN) y no parece capaz de dialogar con éxito con los partidos nacionalistas. Además, perdió a última hora el apoyo de Vox en con el que tiene una relación incómoda, a pesar de gobernar PP y VOX en 4 autonomías y en 140 ayuntamientos.

Sánchez ha conseguido unir a la izquierda y también los partidos nacionalistas en una negociación que ha logrado la Mesa del Congreso. Todo está abierto, la investidura está lejos y es difícil pensar en un posible gobierno. Todavía es posible un escenario de repetición de las elecciones. La cuestión nacional y la definición territorial del Estado siguen siendo dos problemas políticos fundamentales que tenemos que resolver, la estrategia de negociación y diálogo es difícil y puede fracasar, pero quizás sea la única posible. Como dijo François Giroud, “Nunca creí que pudiéramos transformar el mundo, pero creo que todos los días se pueden transformar las cosas”.