NO es cuestión de dar facilidades en estos tiempos de crisis. Y reconozco que como siga en esta línea voy a terminar por provocarle serias dudas a mi editor. Pero he de confesar por segunda vez en tres semanas, todo un registro periodístico, que no me entero bien de lo que sucede. Y no es que me autoinculpe del mal que padecen muchos jóvenes y del que responsabilizan a la Logse, el de la comprensión verbal o escrita. Mi problema en este caso es mucho más grave: profunda ingenuidad.

Cuando Miguel Ángel Heredia se hizo hace algo más de cien días con las riendas del PSOE de Málaga, ofreció un primer diagnóstico autocrítico en el que se refirió a la evidencia de que los socialistas llevan años sin conectar con el electorado de las grandes ciudades de la provincia, léase el litoral y la capital. Entonces saludé el anuncio de la creación de una comisión de expertos para analizar este fenómeno, porque no hay lastre más peligroso para el desarrollo de una provincia que la carencia de alternativas políticas creíbles a algunos gobiernos municipales. Como es el caso.

Pero mi deducción ha resultado una entelequia. Esta semana hemos conocido a los esperados especialistas y también su misión definitiva. Aportarán sus conocimientos para presentar soluciones al futuro de estas urbes. Deduzco por tanto que el problema no lo tiene el PSOE, incapaz de mantener un discurso unívoco, coherente y adecuado a nuestros tiempos, sino los ciudadanos que residen en estas localidades a los que no les da la gana democrática de votar este modelo de socialismo. Así que los especialistas tendrán que acertar con la dolencia y recetar los fármacos adecuados para curarles de ese grave mal que les impide atinar con la papeleta adecuada, cuando acuden cada cuatro años a las urnas.

De la valía del grupo de escogidos, poco que decir, pero su tarea mientras se repitan algunos comportamientos fuera de lugar se antoja imposible. Basta comprobar la facilidad con que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha podido presentar esta semana a la Junta de Andalucía, y su recién estrenado estilo policial, como la institución que persigue bloquear el avance de esta ciudad.