Soy partidario de la prisión permanente revisable, y lo sería de la cadena perpetua, frente al buenismo hipócrita de los tartufos biempensantes y los beatos de la izquierda que pretenden hacer universal, sea cual sea el delito cometido, el derecho a la reinserción de terroristas, asesinos de niños y violadores.

Un depredador sexual con antecedentes por delitos de esta naturaleza, que había salido hace año y medio de la cárcel tras cumplir una condena de 26 años, ha violado a una mujer durante tres horas. El compañero Fernando Pérez Ávila escribía ayer: "La mujer denunciaba que el sospechoso la había estado siguiendo y que, cuando llegó a la puerta de su domicilio, se abalanzó sobre ella con un cuchillo y la obligó a entrar en su vivienda. Una vez en el interior, le quitó el teléfono móvil y cerró la puerta por dentro guardándose las llaves en el bolsillo. Durante tres horas estuvo agrediéndola sexualmente".

Tres horas en manos de un depredador sexual armado con un cuchillo -la mujer tenía cortes en las manos- es mucho, muchísimo tiempo. La pesadilla hecha realidad vivida por esta mujer, como resultado del horror de los 180 minutos en que estuvo a merced del depredador, la marcará para siempre. Este tipo de delincuentes no tiene derecho a la reinserción, que además se ha demostrado imposible en muchos casos.

La suspensión del derecho a la libertad está contemplada en el título I, artículo 17, de la Constitución: "Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su libertad, sino con la observancia de lo establecido en este artículo y en los casos y en la forma previstos en la ley". El problema está en el artículo 25: "Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados. El condenado a pena de prisión que estuviere cumpliendo la misma gozará de los derechos fundamentales de este Capítulo, a excepción de los que se vean expresamente limitados por el contenido del fallo condenatorio, el sentido de la pena y la ley penitenciaria". La prisión permanente revisable, que PSOE y Podemos quieren abolir, es perfectamente constitucional. El derecho a la reeducación y la reinserción no debe alcanzar a los asesinos de niños, terroristas y violadores. La brutal agresión a esta mujer podía haberse evitado.