Con la Iglesia hemos dado

11 de mayo 2025 - 03:09

Este periódico ha dado cobertura de primer orden a un nombramiento que ha suscitado un interés desproporcionado, si se lo compara con el poder económico o material del Estado Vaticano. La sucesión del obispo de Roma tras la muerte de Francisco se ha erigido en protagonista mágica de la atención de propios y extraños. Simbolizando, este cónclave, un innegable reverdecer de la Iglesia Católica, que recupera centralidad, más una corriente de no creyentes que se alinean con su mensaje. La pompa y la circunstancia ayudan.

Los enviados especiales Carlos Navarro y el fotoperiodista Juan Carlos Muñoz, junto con decenas de firmas y continuas portadas, han liderado la información a nivel regional, en línea con la fascinación internacional por el evento. El nuevo obispo de Roma es Robert Francis Prevost, cuyo nombre de cine ha cedido el paso al de León XIV, aún más sugerente: trece Leones han sido Santo Padre hasta ahora. El primero fue Leone I, toscano, apodado el Magno, que hizo el número 45 entre los 266 papas del oficioso elenco que comienza con San Pedro, la piedra sobre la que Jesucristo constituyó su iglesia; un poder espiritual, religioso, temporal y político durante océanos de tiempo. Que de pronto parece retomar color y brío.

León XIV toma el relevo como conciencia y estandarte contra la pobreza, los débiles y la guerra. Quién nos iba a decir que el contrapeso del expansionismo gamberro de Donald Trump vendría del Vaticano a estas alturas de la Historia. Steve Bannon, ideólogo de Trump, predijo la elección de su compatriota una semana antes: “Va a ser Prevost, lamentablemente”. Estadounidense, y relativamente “joven”, León XIV parece tener palanca para figurar entre los grandes líderes. Y un baluarte ético ante el presidente USA. Dos cuerpos por delante de Von der Leyen y la UE. Ya encaró Prevost al oscuro presidente Fujimori en su país de adopción, el Perú.

Las armas de la Iglesia Católica se renuevan y dejan en la penumbra del perdón a los escándalos pedófilos y las hipocresías sexuales de sus peores representantes, que no han sido pocos. Y capta adeptos a mansalva. Porque el infierno está aquí, en la Tierra. El antídoto americano es americano, y no sólo por haber nacido en Chicago, dato digno de ser ponderado. El nombramiento de León XIV es estratégico y geopolítico. Con permiso del Espíritu Santo.

“Con la Iglesia hemos dado, Sancho” es una frase del Quijote que sustituyó, al irse transcribiendo, el “dado” por el peyorativo “topado”. Y, ahora, “Sancho” por “Donald”. Hay partido. ¡A topar!

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