El puchero

Teresa Santos

La llegada de Michelle Obama

MÁLAGA también se sublevó contra Napoleón y pagó por ello un alto precio. El absolutismo posterior no solo no ayudó a la reconstrucción de las zonas desoladas, sino que ya en sus postrimerías acabó con la vida del general Torrijos y con todo lo liberal o afrancesado. No han sido estas consideraciones las que me han llevado este verano a Ajaccio, la ciudad de Córcega en la que nació Napoleón. Aunque una vez allí, ha resultado un tanto difícil no pensar en lo que representó su afán imperialista, porque con muy buen criterio los dirigentes locales aprovechan su imagen como atracción turística, y quieras o no, acabas dejándote arrastrar por tanto mensaje persistente.

Cuando se viaja se hace por curiosidad, por conocer nuevas latitudes, por descansar de lo cotidiano...

No me imagino a Michelle Obama programando un viaje a Marbella para conocer el lugar en el que hubo que disolver un ayuntamiento como única manera para defender la legalidad. No señor Arenas, no me imagino a Michelle Obama decidiendo su visita a Marbella sólo como consecuencia de las mejoras que se han producido en la vida municipal. Es patético oírle a usted decir que si la señora Obama y su hija pequeña vienen a Marbella no se debe al buen devenir de las relaciones internacionales con Estados Unidos. ¿Es que tiene algo de negativo esa posibilidad? Si no es así, ¿por qué despreciarla? ¿Solo porque se puede marcar el tanto el Gobierno?

La ciudadanía está cansada de tanta rivalidad en lo innecesario.

No tiene por qué ponerse en cuestión todo el trabajo que está haciendo el ayuntamiento que dirige Ángeles Muñoz ni tampoco la actividad diplomática y de relaciones internacionales del Gobierno de Zapatero.

La visita de Michelle Obama es importante para la Costa del Sol, y eso es lo que debe primar. Aunque sólo sea por los 50.000 impactos que la noticia va a generar en la prensa internacional.

Otra cosa distinta es "la idolatría y el servilismo" a los que se refiere en su página web el diputado socialista por Córdoba Juan Luis Rascón. Desde luego es tal el revuelo que se produce en torno a una visita como ésta que parece inevitable el exceso de expectación. Critica Rascón que se hayan asfaltado carreteras sólo como consecuencia de esta visita, o que una pancarta en inglés le dé la bienvenida a la visitante. Aspectos que recuerdan aquel guión de Bardem, Berlanga y Miura, que hizo posible una de las mejores películas del cine español Bienvenido Mister Marshall, una sátira sobre el aislamiento internacional de un país, reflejado en un pequeño pueblo castellano que incluso finge ser andaluz para resultar más pintoresco a los adinerados visitantes americanos que luego pasan de largo sin detenerse.

En el caso de la visita de Michelle Obama la comparación parece excesiva, aunque no está de más la advertencia del diputado socialista Rascón, que pide naturalidad en el trato con la primera dama norteamericana. Nuestra costa es como es y eso no la cambia una frase de bienvenida en inglés.

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