El olvido de los mártires

22 de septiembre 2025 - 03:08

Vivir en el mejor de los mundos posibles nos provoca una cierta ceguera selectiva. Tenemos preocupaciones de niño rico. Aunque nos quejemos, Occidente sigue siendo un paraíso comparado con el resto del mundo. Nuestras democracias son perfectibles, sufren de cierta degradación, reciben ataques continuos de quienes no creen en ellas, sean los nuevos iliberales o los totalitarios de siempre, pero siguen siendo democracias. Puede que no seamos tan libres como nos gustaría, pero vivimos en sociedades libres. Esa mirada restrictiva es fruto, en parte, de que no siempre nos preocupamos de saber; carecemos de curiosidad y nos conformamos con creer que estamos informados, simplemente, porque oímos campanas sin saber dónde. Y también porque los medios actúan –conscientemente o no y puede o no que por interés– como filtros, creadores de opinión o, más bien, buscan la satisfacción de sus lectores, interesados por motivos ideológicos en cuestiones muy concretas.

Por todo eso, ni las pequeñas comunidades cristianas perseguidas en países islámicos o sojuzgadas en otros de Asia y África parecen importar a nadie. Llama la atención que Occidente, cuyos valores –Libertad, respeto al individuo, Derechos Humanos o igualdad ante la ley– son tan deudores del Cristianismo, no se sienta concernido por lo que ocurre más que dónde le interesa. Puede que demasiados occidentales hayan abdicado de sus más profundos orígenes filosóficos. Pero es un hecho que millares de cristianos están siendo masacrados a lo largo y ancho del mundo sin que semejante tragedia ocupe portada alguna ni parezca asunto de relevancia en muchos medios. Ni siquiera la conmemoración de los mártires y testigos de la Fe del siglo XXI, que encabezó el Papa hace unos días ha tenido el eco que merece el heroísmo de todos ellos.

Quien muere por su fe, muere por sus ideas. Son ya más de siete mil los cristianos masacrados este año sólo en Nigeria. Y no es el único lugar donde se arrasan templos, se martiriza cruelmente a los religiosos, se asesina a los fieles y se secuestran mujeres y niñas. Pero no interesa: quizá porque son cristianos. Es posible. Hay cierto laicismo más anticristiano que otra cosa y algunos pretenden descristianizar España del modo más ruin: el de la indiferencia y el olvido de los mismos pilares sobre los que se erigió.

stats