Operación limpieza

20 de abril 2025 - 03:11

Una Semana Santa tranquila. Habrá que agradecérselo a Dios. Media España trabajando y la otra media mirando asombrada e intentando aparcar. Viendo crecer procesiones y haciendo cola para el rejón de largo mandil hostelero. Las vacaciones son excelentes sólo si acabas derrengado. Hecho o quitando el polvo. Llega la operación limpieza que es otra forma práctica de penitencia. La purificación de abril. Lo de vaciar y ordenar armarios, sacar bermudas y camisetas, lavar cortinas y fregar en profundidad. Dar el repasito a las ventanas y solerías con aroma de vinagre. También son jornadas para deshacerse de trastos viejos. Los boomers somos proclives a acumular cachivaches por si acaso y de esta forma se nos empotra en la vida demasiado tiesto con pátina de caos. Es tiempo de liberarse de papeles caducados. Ay qué ver cómo ha podido sobrevivir ahí en la bandeja de lo urgente un informe de la ITV del año 2016. Y la manía de guardar tanto cable que nos conecta con Diógenes…Todo un misterio que compite con la Santísima Trinidad. Por otra parte, en este puente nos ha aliviado la ausencia de un notición transamericano que nos cortara el rollo festivo. Más en estas jornadas de tanto cumpleañero fruto de los atardeceres calenturientos de julio. Ojo a Julio César. Los romanos imperiales también hacen Pascua. Entre desfile cofrade y paseo no ha faltado a la cita con los peplum Quo Vadis legionarios por televisión. Esos doblajes del antiguo testamento, esas túnicas, dorados y pechos de lata. Barbas, túnicas y cinturillas de avispa que han competido con la retransmisión de procesiones remotas en la capital maragata de Astorga y sus genuinas mantecadas. Lo de programar en viernes santo “La vida de Brian” de Monty Python ya no suena ni a provocación. Roma nos legó un idioma, orden jurídico y los fundamentos de nuestra civilización. La combinación de la cultura helénica con el cristianismo se resume en nuestro modo de vida occidental. Pero lo de la Semana Santa en Cenacheriland con trazas de la Lex Flavia Malacitana es otro negocio, otro auto de fe en las masas. Un servidor se ha centrado en huir de la marabunta y refugiarse en la madriguera con un cordón sanitario a prueba de bárbaras invasiones turísticas . Entre papeles amarillos, glorias televisivas enseñando el plumero se me escapa entre los dedos un abril purificador por fuera y parque temático por dentro:-)

stats