Un precio demasiado alto

11 de noviembre 2023 - 00:15

Ahora que ya el Gobierno parece al alcance de la mano de Sánchez, una de las preguntas que nos hacemos es la del precio del pacto y las consecuencias que tendrán en la gobernabilidad de la legislatura.

Para una derecha sorprendida inicialmente por el resultado del 23 J y luego incapaz de conseguir un pacto más allá de su propio bloque partidario (PP, Vox y UPN), el camino de Feijóo como presidente del gobierno acabó como el de un buen líder de la oposición. Inmediatamente, comenzó una durísima oposición que no era más que una reedición de aquel derogar el sanchismo.

Para el PP –al que se unió Vox- el precio del poder que ha pagado Sánchez por gobernar es el pacto con Junts –unido a la amnistía-, certificando el camino de perdición de una España que se rompe. Subiendo el tono del discurso, en el que se ha equiparado la amnistía con el golpismo o una dictadura y una derecha insurgente ha tomado las calles estos días para incrementar el malestar social y la polarización, mientras las negociaciones no parecían tener fin. Sin embargo, más allá de esta estrategia de oposición no se ha visto en la derecha un planteamiento, ni una política alternativa para resolver ni la cuestión catalana, ni el problema territorial en España.

El verdadero problema del camino elegido por Sánchez gobernar es que ha elegido un problema político acertado, que España necesita resolver, pero con socios cuyo porvenir político depende no sólo de financiación o de un renovado impulso en la transferencia de competencias, si no de la tensión política entre los límites de la Constitución y los de la autodeterminación y la independencia. Con Junts se acepta la amnistía y se rechaza la consulta o el referéndum de autodeterminación. Sin embargo, el camino elegido condiciona el apoyo al gobierno al cumplimiento de los pactos a lo largo de toda la legislatura. Ese es el problema de pactar con partidos nacionalistas e indepentistas.

Habrá gobierno pero no será una gobernabilidad fácil para Sánchez. Será, pues un gobierno difícil y puede que no nos equivoquemos si afirmamos que podría ser una legislatura corta. El gobierno tendrá que estar en un continuo funambulismo político para armonizar las demandas e intereses de todos sus socios en una legislatura en la que la oposición será muy dura. El peso de los nacionalismos será muy fuerte en una legislatura llena de reivindicaciones territoriales por parte de los socios de gobierno. Llegar al gobierno no implica que vaya a ser fácil, será una legislatura complicada y tensa con un país polarizado alrededor de la cuestión territorial. Conseguir una solución a la cuestión catalana, un pacto de Estado sobre la cuestión territorial y avances en esta dirección sería mucho en esta legislatura. Antes habrá que ver qué pasa con la amnistía. A veces, el poder puede tener un precio demasiado alto.

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