Rijosos con poder

Auno le gustaría escribir para ustedes una columna impecable, sobre todo, porque hoy nuestra Constitución cumple 47 años. Sin embargo, intentar hablar con lucidez de algo tan importante para nuestra historia democrática resulta harto difícil cuando nuestra democracia parece llena de vileza.

Detrás de los casos de corrupción política del PSOE está, sin duda, el dinero. Pero más allá del mal uso del cargo público para enriquecerse, está la avaricia y, sin duda, ese estilo de vida prepotente, machista y hortera, más propio, de un mujeriego y un putañero que no de un político con la alta responsabilidad que tuvo José Luis Ábalos. Además, el daño es mayor si cabe si formas parte de un partido de izquierda que preconiza la igualdad de las mujeres y tienes una agenda de reformas claramente feminista.

A esto se suma la gestión que ha hecho de las denuncias por acoso sexual contra Francisco Salazar, mientras la Fiscalía de Málaga ha abierto diligencias por un presunto caso de acoso sexual contra el secretario general de Torremolinos, Antonio Navarro. En este último caso, La dirección provincial solicitó a la ejecutiva federal su suspensión cautelar como militante. En ambos casos, es cierto que hay protocolos y se prestó atención al problema pero, a pesar del apartamiento de militancia y cargo, parece exigirse una actitud más firme e incluso más rápida en la resolución de estos casos.

Lo que, en efecto, pueden parecer casos aislados y de un partido son casos individuales, pero también son el reflejo de una parte de la sociedad. Estos rijosos con poder que con su comportamiento no sólo avergüenzan a la clase política sino también a una gran parte de los hombres, que caminan junto a la mujer y defienden los avances de su posición social y económica en la sociedad a todos los niveles. Estos individuos demuestran que hay mucho por hacer todavía.

No deberíamos olvidar que una de cada tres mujeres en España ha sufrido violencia machista a manos de su pareja o expareja. Son 6,4 millones de víctimas. De ellas, 1,6 millones sufren secuelas físicas o psicológicas. Estos y otros datos están recogidos en la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer presentada este martes por el Ministerio de Igualdad.

Si la política se llena de vileza, de rijosos con poder que acosan a las mujeres, la cuestión importante no radica sólo si esto será un elemento más para que Sanchez convoque elecciones, sino si servirá para que el PSOE -y los demás partidos- seleccionen con más eficacia y tino a políticos más ejemplares y adopten mecanismos eficaces para echar y exigir responsabilidades a quiénes no lo sean.