Salvador Moreno Peralta y Melilla

02 de septiembre 2025 - 03:08

Melilla, la autodenominada “La Voz Callada del Mediterráneo”, ha alzado la voz para enaltecer y honrar a quién hizo posible rescatar la riqueza arquitectónica de su extraordinaria fortificación renacentista. El Consejo de Gobierno de La Ciudad Autónoma acordó, el pasado 26 de agosto, designar al arquitecto y erudito Salvador Moreno Peralta “Melillense del Año 2025”, un reconocimiento a su arduo trabajo durante décadas en la rehabilitación de Melilla la Vieja y a la proyección exterior del patrimonio de la ciudad.

Pocos arquitectos, incluidos ingenieros militares, conocen como Salvador Moreno la arquitectura de estas fortificaciones. No en balde lleva décadas estudiándolas, visitándolas, desde Dubrovnik, Siracusa, Porto Ércole, La Valeta, Rodas, Corfú, Ibiza o Mdina, en el Mediterráneo, a las hispanoamericanas Cartagena de Indias, Campeche, La Habana, San Juan de Puerto Rico o San Lorenzo del Chagre. En 1987, Moreno Peralta recibe el encargo de redactar un Plan Especial de Rehabilitación de los Cuatro Recintos Fortificados (PERI de Melilla La Vieja) y las Murallas Reales que los protegen, rodeándolos desde su incorporación a la Corona de España en 1497 hasta el siglo XIX. Sus baluartes, fosos, pasadizos y baterías fueron levantados y reforzados por ingenieros militares al servicio de la Corona, inspirados en la arquitectura defensiva italiana y flamenca. El encargo, en el que participaron también dos historiadores locales, A. Bravo y Jesús M. Saez, se hace obligado por su declaración de Conjunto Histórico Artístico de la Ley del Patrimonio, pero sobre todo por la intensa degradación debida al abandono, la erosión marina, humedades, filtraciones de agua y, en definitiva, por el paso del tiempo. El Plan contemplaba 34 actuaciones. Todas se llevaron a la práctica con el concurso de la financiación europea, el ministerio de cultura y, sobre todo, la propia ciudad autónoma, en un encomiable trabajo de valoración patrimonial que mereció el Diploma Europa Nostra en 1999. Fueron trabajos de restauración y consolidación, reforzándose lienzos, baluartes y cortinas, eliminación de añadidos inadecuados, recuperación de fosos y pasadizos, prevención de humedades y salitres, restauración de portadas y elementos heráldicos, pero también de una excelente rehabilitación urbana, integrando las murallas con plazas y espacios públicos de Melilla la Vieja para uso cultural y turístico. Gracias a estas actuaciones se ha recuperado una de las piezas más interesantes de la red de ciudades fortificadas del Mediterráneo que, en sí mismas, constituyen un verdadero patrimonio de la humanidad. Los Cuatro Recintos Fortificados han pasado de ser un espacio degradado y distante, a convertirse en un motor cultural y turístico, plenamente fundido con la ciudad modernista, tan bella como desconocida para un gran número de españoles. Por todo ello, Melilla, que nunca será ya “la voz callada del Mediterráneo” ha honrado a su hijo adoptivo, que siempre ha mantenido una estrecha relación con ella: Salvador Moreno de Alborán Peralta, Melillense del Año 2025 ¡Enhorabuena!

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