Mi (santo) líder

02 de octubre 2025 - 03:08

Cada uno elige sus santos y ella propuso elevar a los altares a Pedro Sánchez. La concejal de Pinos Puente y diputada de Granada Paqui Santaella se ha hecho popular en toda España por su singular propuesta, expresada en un pleno provincial la semana pasada. Es de suponer, como explican sus compañeros estos días, que la socialista ironizaba cuando propuso adornar con la aureola al líder de su partido. Pero al Partido Popular le pareció que esas palabras, extraídas del vídeo-acta sin más contexto sobre el asunto a tratar, darían mucho que hablar y serían objeto de mofa colectiva porque, después de la idea de optar al nobel de la paz, proponer al presidente para subir un escalón hacia el cielo parecía el colmo del servilismo al líder. Será que Dios escribe recto con renglones torcidos.

Si hace unos meses, cuando salió a la luz la implicación de Santos Cerdán en el caso Ábalos-Koldo, se especulaba sobre la posible debilidad de Pedro Sánchez para seguir al frente de los socialistas, en estos momentos parece no haber debate y él lo sabe. Acaba de anunciar en una entrevista fuera de España que aspirará a otro mandato como presidente. En su formación se han apagado los murmullos de sucesión y hay quien lo propone para santo, aunque sea una ironía.

No se equivocaban en el PP los que sabían que, bien manejado en redes sociales, ese vídeo de Paqui sería viral. El problema para ellos es que solo han mirado la paja en el ojo ajeno, por seguir con las alusiones religiosas. El liderazgo actual en los partidos políticos consiste en eso, en la adoración sin fisuras. Que se lo digan a Juanma Moreno en Andalucía. En una entrevista radiofónica, él mismo explicaba esta semana que su sucesión es imposible. Decía que es partidario de limitar mandatos pero que del dicho al hecho hay mucho trecho, porque detrás suya no se vislumbra a nadie. Que si él desaparece del panorama político hundiría a su partido en una crisis.

Esto mismo es lo que puede pensar Pedro Sánchez y así se lo hizo saber el entrevistador a Moreno, que confrontó su holgada situación política en Andalucía con la inestabilidad del presidente español. Ya lo decía Aznar en los 90, que con una mayoría absoluta se fabrica todo el carisma que le hace falta a un líder. Sánchez tiene que surfear más, pero es igual de hábil que otros para mantener el poder y parecer imprescindible. Cada partido y sus militantes eligen a sus santos, y tiene un pase, mientras no aspiren a ser dioses.

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