Los sonidos del silencio

07 de octubre 2023 - 00:15

Y después de Feijóo, como estaba previsto, llegó el turno de la investidura de Sánchez. Críticas de la extrema derecha al rey, que simplemente, cumplió con su obligación y comenzó el guión ya conocido: una oposición política y mediática feroz ante los sonidos del silencio del candidato, que asegura estar negociando la amnistía pero que no cederá ante un referéndum. Hasta que no sepamos el contenido del acuerdo vivimos ‘atrapados en el tiempo’ y el ‘dia de la marmota’ parece marcado por la posición que se tenga alrededor de la amnistía, la posibilidad de formar gobierno o la repetición de elecciones.

A la espera de cómo se resuelva la investidura de Sánchez es evidente que España tiene un problema de gobernabilidad. En las elecciones de 2016 y 2019 ya se repitieron las elecciones por no haber un acuerdo de investidura que permitiera la mayoría suficiente para formar gobierno. El segundo gobierno de Pedro Sánchez (2020-2023) se ha caracterizado por una coalición de izquierdas difícil y llena de desencuentros y una oposición fuertemente antigubernamental y sin puntos de consenso, a pesar de haber sido una legislatura excepcional en la que se han vivido los efectos de una pandemia, de una guerra y de una crisis económica. Al final, no podemos evitar la polarización en un sistema de partidos en dos bloques o, simplemente, dicho de otro modo, el bibloquismo polarizado constituye la dinámica característica de nuestro país.

La disyuntiva actual no parece plantear alternativas a una gobernabilidad inestable: Si la investidura de Sánchez triunfa, además de presentar y convencer a los ciudadanos con buenas razones sobre la amnistía, deberá contener a los Junts y a Erc en su exigencia hacia el referéndum y mantener un difícil equilibrio entre el pacto con los partidos nacionalistas y una oposición que no le concederá nada. Hay que pensar que el PP tiene escaños, poder mediático y judicial, poder autonómico y el control del Senado. De llegar a gobernar, sería una legislatura conflictiva y, probablemente, corta. Si por el contrario, las negociaciones fracasan por las reivindicaciones independentistas y Sánchez no consigue formar gobierno tendremos nuevas elecciones en enero –con un gobierno en funciones casi un año-. En ese escenario, no parece previsible que unas nuevas elecciones aseguren una mayoría absoluta de nadie.

Se percibe un horizonte de inestabilidad. Las razones: el fin del bipartidismo, la crisis territorial y la falta de acuerdo entre el PP y el PSOE. Feijóo pide que haya entendimiento entre los PP y PSOE pero sin Sánchez y con otra política distinta. Sánchez pide al PP que deje de bloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial y tampoco interviene en la investidura de Feijóo –haciéndolo Oscar Puente-.

La política de gestos y de comunicación de ambos refleja un distanciamiento total. Es evidente, que una mejor gobernabilidad pasaría por fórmulas de colaboración y consensos entre el PSOE y el PP. También, desde luego, el abordar mejor la cuestión territorial. Sin embargo, hace tiempo que sus ideas, sus programas políticos y sus líderes parecen incompatibles. De hecho, Feijóo y Sánchez sólo parecen estar de acuerdo en una cosa: en ganar las elecciones por una mayoría amplia que les permita gobernar sin condicionantes

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