Ignacio del Valle

Un de váter y un bidé

El amor al escaño derribará todas las fronteras para imponer su justicia cósmica el domingo de elecciones

Diálogos de pim, pam, pum. Dar cera y pulir cera. A lo maestro Miyagi. Dar cera con la mano derecha, pulir cera con la mano izquierda. En círculos concéntricos. Ahora en sentido contrario y ya se está listo para dar guantazos.

Nuestros presidenciables están condenados a un trabajo de Sísifo. Construir y demoler siempre lo mismo por castigo. El espectáculo de la destrucción creativa del rival en directo. Vistas las dos disputas televisadas, para no echar gota está el 28-A. Mucha propuesta de dialogo de boquilla. La recriminación en la punta de la lengua. Primavera de priapismo electoral. Llevamos demasiado tiempo en estado de voxto alarmista. Ningún partido político tiene la culpa de cómo y de qué manera hemos llegado hasta aquí. Pero, sólo ellos, tienen la fórmula fierabrás y filosofal para remendar esta España descosida y geriátrica. Un país cabreado con una edad media de 43 años por cotizante. Una auténtica Invernalia demográfica donde las pensiones no llegan y la avalancha de viejenial está por aterrizar en la jubilación forzosa. Un sitio donde la atención sanitaria pública apunta hacia el abismo del copaga o palma. Un estado de maleducados del bienestar. Y esa precariedad, migración y paro que no cesan. Por ello, a grandes males, dudosos remedios de aprendices de brujo. Pedrolobo y el haz que pase a toda costa. Hiperventilado Rivera. Seguro y Casado por la Iglesia. Pablo ha vuELto. Nuestros próceres nos han regalado una miniserie de thriller. Un juego de escaños de telenovela. Nos han amenizado la cena con un culebrón sobreactuado. Personajes buenos que parecen malos, malvados entrañables, resurrecciones sorpresa. Cuernos, amantes despechados, afectos no correspondidos…ajustes de cuentas, venganzas y una sucesión de ocurrencias para elevar el reproche a la categoría de arte. Raros y amargos frutos estos de la frenética pasión. Locuras de amor. Desgarro. Furia y arrebato. Lucha por el poder, el ordeno y mando de pensión vitalicia. El amor al escaño derribará todas las fronteras para imponer su justicia cósmica el próximo domingo de elecciones. Dar cera y pulir cera. Por las calles de Cenacheriland, recién asfaltadas de velas, chirrían hasta los ruedines de los patinetes invasores con las matrimoniadas de la superproducción sitcom: "Un de váter y un bidé". No olvide bajar la tapa y tirar de la cadena. Nos molerán a impuestos, pero a alguien habrá que elegir, solo para contrariar.

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