El Zoco
Juan López Cohard
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Crónicas levantiscas
La pantera negra de Ventas de Huelma es un gato; negro y entero, pero minino. Fue el Ayuntamiento quien dio la voz de alarma a través de su cuenta en las redes sociales después de escuchar el testimonio de varios vecinos, pero a éstos se le sumaron los voluntarios. Las televisiones siempre terminan por encontrar a un paisano, a un hombre del campo, alguien de quien te fiarías, uno que distingue la acebuchina de la aceituna, dispuesto a contar ante las cámaras cómo tembló de miedo cuando vio al terrible felino.
Hay muchas panteras de Huelma, ha habido cocodrilos en los ríos menguados de las Castillas, leopardos en los eriales de Guadalajara y hasta algún Yeti en el Pirineo aragonés, pero lo sorprendente es que siempre hay alguien dispuesto a jurar ante las cámaras que él ha sido testigo de la bestia. La fascinación por lo oculto sólo es comparable a lo que sentimos por la imagen proyectada, a la expansión de nuestra persona a través de los medios.
Esta misma semana asistimos a una no menos fascinante noticia, el hallazgo de fosfina en Venus como evidencia de vida en este planeta, afirmación sustentada en el error de que este compuesto de fósforo e hidrógeno sólo resulta de la actividad biológica. La información no la contó un vecino del olivar de Huelma, sino varios periodistas científicos que tuvieron algunos días para tratar la publicación, contrastarla y contextualizarla. E, incluso así, la fascinación hizo que la bola fuera de altavoz en altavoz hasta que resbaló.
Fosfina también hay en Júpiter y en Saturno, donde es (casi) seguro que nunca ha habido vida. El compuesto no sólo procede de los desechos de la vida, sino que también surge bajo condiciones extremas de presión. Es cierto que, a diferencia de esos planetas externos, en Venus hay capas de su atmósfera que se sitúan entre los cero y los 100 grados, pero también lo es que su extrema acidez lo incompatibiliza con la vida que suponemos.
El escepticismo no es sólo un buen acompañante del conocimiento, es indispensable. ¿Puede escaparse una pantera hacia un olivar en Huelma? Lo es, pero posiblemente tardaría horas en dar con un vertedero para alimentarse o con una carretera para vagabundear.
La pantera negra también es la vacuna del Covid para octubre, la conspiración de Bill Gates y la red QAnon, favorita de Trump y de mi tiempo libre, donde se lee que Kim (el coreano, no nuestro Quim Torra) es un hombre de la CIA que fue rescatado en 2018 y sustituido por un doble. Por cierto: la pantera negra no es una especie, es un jaguar o un leopardo pasado de melanina.
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