Un verso suelto

21 de octubre 2025 - 03:06

El pasado sábado día 18 de octubre se cumplía el sexto aniversario de la muerte de uno de mis más queridos y admirados amigos: el arquitecto, escritor y humanista Carlos Hernández Pezzi. No podía escribir esta columna sin recordar a tan ilustre amigo y malagueño de adopción.

Fueron muchas las ocasiones en las que compartí copa y pensamientos con él. También en otras ocasiones escribí sobre él en mis artículos de opinión. En uno de ellos publiqué que Carlos era un personaje con una gran honestidad intelectual y humana. Un magnífico arquitecto comprometido, no solo con la arquitectura de los volúmenes y el espacio, sino también con la arquitectura del mundo, el hombre y sus respectivas relaciones. Un marxista heterodoxo que pasó por la socialdemocracia del PSOE sin ser nunca comprendido.

Marcuse hubiese dicho de él que era un marxista convencido de que la necesaria transición del capitalismo al socialismo, solo lo es en el sentido en que es necesario el pleno desarrollo del individuo, en la consecución de su plena libertad y bienestar; en el establecimiento de un orden en el que los individuos en sociedad determinen la organización de sus vidas. Un gran hombre, genial, humanista, un bello y armónico verso suelto que todos amaron y pocos entendieron. Ese fue, para mí, Carlos Hernández Pezzi.

Los tiempos cambian y las ideas cambian. Lo que antes era imperdonable para el contrario ahora es lo normal y recomendable para el propio. Incluso más. Es hasta normal para la sociedad en general. Me estoy refiriendo a las transacciones de dinero en efectivo. Recuerdo que siendo yo director de Inmobiliaria Echeverria S.A., se decretó la obligación de declarar y denunciar en Hacienda a todos aquellos clientes que pagaran en efectivo la compra de una vivienda. Toda cantidad (creo recordar) que pasara de dos o tres mil euros era sospechosa de ser dinero negro (o dinero B como generalmente se le llama. Eran tiempos de Aznar o, quizá aún, de Felipe. Ahora la portavoz del Gobierno y del PSOE defendió públicamente los pagos en efectivo de su partido. Pero hay más. El propio presidente Pedro Sánchez ha defendido que “pagar gastos en efectivo a trabajadores o dirigentes de un partido es algo perfectamente normal, que se realiza en todo tipo de instituciones y de empresas”.

De empresas no, Sr. Sánchez. Las empresas siguen teniendo la misma obligación que entonces de declarar los pagos en efectivo en sus ventas a partir de una cierta cantidad que ni me acuerdo ni me interesa. Solo sé que cualquiera que saque en público un billete de 200 o 500 euros, es mirado como un chorizo. Menos si es del PSOE, claro. Si mi amigo Carlos levantara la cabeza…

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