Poner Málaga a funcionar

Los 103 ayuntamientos de Málaga comenzaron ayer un nuevo mandato reflejo de los resultados de las elecciones del pasado 28 de mayo en las que el PP se alzó con una notable victoria. Los populares pueden presumir de que gestionan los servicios de más de 1,4 millones de malagueños con las 47 alcaldías que han conseguido. Las principales de Málaga, excepto la de Mijas, la tercera en importancia y que el PSOE ha conseguido retener tras imponerse en las urnas al resto de partidos y cristalizar un controvertido pacto. El concejal de Por mi Pueblo tiene ya abierto un expediente de expulsión por formalizar el acuerdo con los socialistas y los representantes de Ciudadanos. Este caso y el de Manilva, donde los ediles de Con Andalucía, que también se enfrentan a la expulsión de Izquierda Unida, se han sumado al de Vox para convertir en alcalde al aspirante del PP demuestran que en la política local funcionan otros esquemas más personales que se imponen en muchas ocasiones a las directrices de partido. Pero más allá de estos vaivenes lo importante ahora es reanudar la marcha ante los retos que se visualizan. Corporaciones como la de Estepona y Torrox anuncian desaladoras ante el problema de la sequía. En la capital Francisco de la Torre verá si la próxima semana consigue la Exposición Internacional de 2027. Pero, por si acaso, ya se ha marcado objetivos que pretende que la urbe alcance en 2040. La política municipal es la que más perciben los ciudadanos. Desde el agua, la limpieza o los proyectos urbanísticos que van modelando paso a paso las ciudades y los municipios. Cada uno con sus problemas y aspiraciones individuales pero en conjunto suponen la base esencial para que la provincia continúe creciendo. Ojalá se impongan los buenos deseos escuchados en la mayoría de discursos de ayer.