Tribuna

PEDRO BENZAL MOLERO

Profesor de Filosofía

Aplausos al profesorado andaluz

Si la Junta quiere que el profesorado se ilusione, lo tiene muy fácil, debe emplear los 384 millones que vienen del Gobierno en lo que ha pedido la comunidad educativa

Aplausos al profesorado andaluz Aplausos al profesorado andaluz

Aplausos al profesorado andaluz / rosell

Llegó septiembre y con él la esperada y temida vuelta al cole en Andalucía. En anteriores artículos lamenté la falta de un plan de la Consejería del señor Imbroda y a los hechos me remito: el pasado día 3 de septiembre se envió a los centros la Circular de la Viceconsejería de Educación y Deporte relativa a medidas de flexibilización curricular y organizativas para el curso escolar 2020/21. Parece una "broma de mal gusto" pensar que en menos de una semana se organiza un curso para cerca de dos millones de alumnos y más de cien mil profesores. Pero en realidad se evidencia el desconocimiento del sistema educativo por parte de esta Consejería y sus responsables, que faltan al respeto a toda la comunidad educativa: a los equipos directivos que llevan todo el verano trabajando y les dicen que todo lo que han hecho no sirve; al profesorado, que vive con inquietud y en algunos casos con miedo a lo que se avecina; a padres y madres, que temen por la seguridad de sus hijos; a asociaciones profesionales (Adían y Asadipre), que no han sido escuchadas; a asociaciones de inspectores, que no pueden responder a muchas preguntas de los centros; a las organizaciones sindicales, que están hartas de que les tome el pelo y anuncian huelgas y movilizaciones este mismo mes por distintos municipios y a nivel general en toda Andalucía...

El curso que iniciamos se debería haber empezado a organizar en circunstancias normales en enero pero, con lo que ocurrió en marzo (el confinamiento), desde ese mismo momento se debió hacer un "Plan Especial" con distintas alternativas para septiembre, que el profesorado y los equipos directivos debieran haber conocido antes de 30 de junio. Durante los meses de julio y agosto se trabaja en preparar el curso que iniciamos. La citada circular de 3 de septiembre llega tarde y las medidas que propone la mayoría son inviables, generan más incertidumbre y preguntas sin respuesta.

Es evidente que el comienzo de curso está en las espaldas del profesorado y de los equipos directivos, que necesitan el apoyo del resto de la comunidad educativa.

La sociedad andaluza debe saber que cuenta con un profesorado muy cualificado y responsable. Que en el mes de marzo puso un enorme esfuerzo para sacar el curso pasado adelante y que en el curso que iniciamos, a pesar de los errores de bulto del Gobierno andaluz, se hará todo el esfuerzo necesario para que sea lo más seguro y provechoso posible. Conviene saber que en la última década el profesorado andaluz ha sido el más premiado por el Ministerio en proyectos europeos de este país, en tecnologías, idiomas, formación y programas educativos, en los que Andalucía es referencia a nivel nacional para otras autonomías.

Debemos sentirnos muy orgullosos de nuestro profesorado y aplaudir su trabajo con reconocimiento, apoyo y comprensión en las circunstancias difíciles que puedan venir. Estoy seguro del enorme compromiso de todos, a pesar de que el trato recibido por la Administración educativa no haya sido el más adecuado. La profesión docente, lo mismo que ocurre en el caso de los sanitarios, es vocacional. No me quiero olvidar del personal de administración y servicios, que siempre están ahí y tienen un papel clave en el funcionamiento de los centros.

Si el señor Moreno Bonilla y el señor Imbroda quieren que el profesorado se ilusione, lo tienen muy fácil. Deben emplear los 384 millones de euros que vienen del Gobierno de España en aquello que les ha pedido toda la comunidad educativa: bajar la ratio, contratar más profesorado (de verdad), cubrir las sustituciones en 48 horas, permitir a los centros gestionar sus recursos con autonomía e incrementar el 10% del material inventariable si fuera necesario y debidamente justificado ante el Consejo Escolar. Y algo fundamental, buscar la colaboración leal de los ayuntamientos y diputaciones, no el enfrentamiento que no lleva a ninguna parte. Es el momento de valorar a los profesionales de la educación, al profesorado, y lo mismo que los sanitarios han tenido un reconocimiento muy merecido, ahora toca apoyar con aplausos en forma de recursos a los centros educativos, porque así estaremos arrimando el hombro para que nuestros niños y niñas reciban la mejor educación posible y que se acaben las brechas digitales y sobre todo las brechas sociales.

El Gobierno andaluz debe buscar consensos con todas las fuerzas políticas, escuchar a la comunidad educativa y, por qué no, rectificar errores. La educación es tan importante para nuestra tierra que debe ser el elemento de unión y, ahora más que nunca, hay que incrementar los recursos de todo tipo dando seguridad y certidumbre a los que saben de esto, al profesorado, al personal de administración y servicios y a toda la comunidad educativa.

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