Tribuna

Amparo Rubiales

Doctora en Derecho

Historia de la derecha y el aborto

Historia de la derecha y el aborto Historia de la derecha y el aborto

Historia de la derecha y el aborto / rOSELL

Las feministas históricas tenemos buena memoria de lo que hemos sufrido para poder ejercer el derecho a una maternidad libre; en el franquismo, evidentemente, no existía libertad para nada y las mujeres éramos consideradas menores de edad; hasta 1975 las casadas tuvieron necesidad de licencia marital para todo; hasta que no hay un Gobierno socialista en 1982 el aborto es un delito y un pecado, -muchos todavía confunden "delito" y "pecado"-. Para conseguirlo peleamos mucho; con la democracia ya alcanzada fuimos muchos y muchas los que firmamos un manifiesto declarando haber abortado, y nos personamos ante el juez autoinculpándonos.

He escrito, durante años, sobre el derecho al aborto, porque costó alcanzarlo y siempre que gobierna la derecha intenta acabar con él o limitarlo, de una u otra forma. Como se escribe en El País: "37 años después de su despenalización, el PP sigue sin tener resuelta su posición".

En España abortar fue delito hasta que gobiernan los socialistas. El PSOE de Felipe González, cuando solo lleva cinco meses gobernando, presenta un proyecto de ley de reforma del Código Penal para despenalizar el aborto en tres supuestos, -violación, anomalías del feto o riesgo para la salud física o psíquica de la madre-; aquella primera ley provocó una furibunda reacción de la derecha, promoviendo multitudinarias manifestaciones de toda índole, con el correspondiente eco mediático que, aunque parezca mentira, se parecen bastante a las de hoy.

La ley despenalizadora se aprobó en octubre del 83, y tardó dos años en entrar en vigor, porque el partido del padre del PP, Fraga Iribarne, presentó un recurso previo de inconstitucionalidad, que entonces existía, paralizando su entrada en vigor hasta 1985, cuando el TC declaró la constitucionalidad de la norma. Su aplicación, obviamente, no fue nada fácil, porque los médicos hacían objeción de conciencia generalizada; las clínicas privadas, los profesionales y las mujeres eran objeto de toda clase de amenazas. Con el transcurso del tiempo se fueron constatando sus carencias y se intentó modificarla varias veces, pero en lograrlo se tardaron 24 años.

Por seguir con la historia, quiero recordar que, a los diez años, en 1995, se intentó reformar la ley, para añadir un nuevo supuesto, el socioeconómico, a los tres anteriores. La reforma no prosperó, pese a que fue tomada en consideración por el Pleno del Congreso, con los votos en contra del PP, pero se disolvieron las Cortes y decayó la iniciativa. En 1996, la primera legislatura que gobierna el PP, con Aznar, el grupo socialista presentó, como primera iniciativa, el proyecto decaído, transformado en proposición de ley; la iniciativa fue rechazada con los votos del PP, más PNV y CIU, que entonces apoyaban al Gobierno de Aznar, (años en los que Aznar declaró que "hablaba catalán en la intimidad" y llamo a ETA, "Movimiento Vasco de Liberación").

Se volvió a presentar la iniciativa en 1988 y se produjo, por primera vez, y creo que única, un triple empate en el Pleno, pues PNV y CIU habían dado libertad de voto; el Reglamento del Congreso dice que en caso de empate en una votación, se realizará una segunda y, si persistiese aquel, se suspenderá durante el plazo que estime oportuno el presidente, y lo hizo, por un cuarto de hora, reproduciéndose el empate y, en este caso, dice el Reglamento que se entenderá desechada la iniciativa. Hubo que esperar a otro Gobierno socialista, el de Rodríguez Zapatero, para que en 2010 (3 de marzo) pasáramos de los supuestos a los plazos, durante las primeras 14 semanas las mujeres son libres para ejercer este derecho; siempre la iniciativa reguladora ha sido socialista y siempre se ha opuesto el PP, recurriendo, una y otra vez, la constitucionalidad de la norma. La sociedad la fue asumiendo, siendo cada vez más consciente de la necesidad de tener una mejor regulación de un derecho esencial para la vida de las mujeres.

Siendo ministro de Justicia, el moderado, como Núñez Feijóo, Ruiz-Gallardón, se descolgó asegurando que "la legislación volverá a un sistema de supuestos que no será el que estaba vigente con anterioridad", pero no a los plazos; la sociedad había cambiado y las mujeres más, y organizan lo que se conoció como El tren de la libertad, que obligó a dar marcha atrás a Rajoy y a Ruiz-Gallardón a dimitir como ministro de Justicia; la primeras vez que se ha conseguido que un ministro dimita. El PP de Rajoy que había recurrido la ley de 2010, ordena que se "congele" la resolución del recurso en el TC durante 12 años, en lugar de retirarlo; ahora se va a resolver, y mientras, Núñez Feijóo sigue con el lío de siempre con el aborto. El número que han montado en Castilla y León es para otro artículo. De momento, estamos como hace casi 40 años, con el aborto en el centro del debate político y la derecha, liderada por el PP, sin aclararse.

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