Personajes con sabor

José Miguel Bordera Francés: profesional de la excelencia

  • Una vida dedicada al bienestar de los demás y de reconocido prestigio en la Costa del Sol, acude a nuestra cita en el Restaurante Casa Antonio

Fran Cerdán –gerente del restaurante–,  José Miguel Bordera y Juan Luis Pinto.

Fran Cerdán –gerente del restaurante–, José Miguel Bordera y Juan Luis Pinto. / Paco Menjivar

El encuentro de hoy está protagonizado por una persona de reconocido prestigio en el mundo del turismo de la Costa del Sol. Un hombre que llego a Málaga con 25 años, y hoy, tras más de 44 años dirigiendo hoteles –el próximo mes de mayo cumple 70 años–, equipos humanos y haciendo felices a cientos de miles de clientes, nos va a contar sus experiencias en el sector hotelero.

Un profesional que desde que dirigió su primer hotel buscó la excelencia como servicio al cliente. Muestra de ellos son los numerosos premios y galardones que José Miguel Bordera Francés ha recibido a lo largo de su carrera: Premio Estrella de Oro Husa al Mejor Director de Hotel de España, Premio Istur de Sostenibilidad al hotel Riviera, Mejor Hotel de Costa-Hotel Pez Espada, Hijo Adoptivo de Comares, entre otras distinciones.

El restaurante: Casa Antonio

La zona de playa del restaurante Casa Antonio. La zona de playa del restaurante Casa Antonio.

La zona de playa del restaurante Casa Antonio. / Paco Menjivar

Qué mejor lugar para realizar este encuentro que un restaurante situado en la misma costa donde nuestro invitado desarrolló su brillante carrera: restaurante Casa Antonio de la playa del Bajondillo de Torremolinos. Un establecimiento con una historia que se remonta al año 1951 y que no ha parado de renovarse en todos estos años. Nos recibió Fran Cerdán Cabrera, gerente y coordinador del establecimiento. Dieciocho personas componen la plantilla de este restaurante que permanece abierto los 365 días del año. A las seis personas que trabajan en cocina bajo la dirección de José Ríos, hay que sumarles las ocho de sala y tres de playa. Un equipo que se cuida de que el cliente disfrute, no solo de la gastronomía, sino del esmerado servicio. Ahora les cuento.

El invitado

José Miguel Bordera. José Miguel Bordera.

José Miguel Bordera. / Paco Menjivar

Puntual, como si de una las numerosas reuniones a las que tuvo que asistir en el pasado se tratase, acudió José Miguel Bordera a nuestra cita, y tras ser recibido con todo el cariño por el personal del restaurante comencé con nuestra entrevista. Me interesé por su actual situación de jubilado. “(Risas) Lo llevo muy bien. Soy asesor de la presidencia de la asociación de hoteleros de la Costa del Sol –Aehcos– a la que pertenezco desde hace veintitrés años. Soy un jubilado activo. De hecho mi perfil está en Linkedin por si me surge alguna oportunidad, (risas)”. O sea, que te jubilaste y piensas en seguir trabajando. “No, perdona, “me jubilaron”, con sesenta y ocho años. Yo por mi aún seguiría, pero había que dejar paso a gente más joven, nuevas ideas”. ¿Y cómo está uno en esto tantos años sin terminar por quemarse y siempre en la cresta de la ola? “(Silencio) Creo que desde primera hora tuve claro que la clave estaba en rodearse de gente muy válida, muy competente. Y el trabajo, claro. Me preocupé en formarme en todas las áreas. Entonces no existía internet, ni tutoriales.

En mi época no existían horarios, quiero decir, que un director de hotel estaba, siempre estaba. Estuve trabajando once años sin un día de descanso a excepción del mes de vacaciones. El resto, sábados y domingos incluidos, estaba en el hotel, o los hoteles. No concibo que un director trabaje con un horario cerrado”. De ahí los numerosos premios recibidos. “Puede ser, pero también porque siempre he sido muy inconformista, muy exigente. Creo que siempre se pueden hacer las cosas mejor, y lo llevé a la práctica”. O sea, que se puede decir que buscabas la excelencia. “Podría ser. El servicio es lo más importante en un hotel. Siempre he mantenido una gran comunicación con mis colaboradores. Dirigí mi primer hotel con veinticinco años, el hotel Bali, y a partir de ahí comenzó todo”.

Entre tus premios está el de Hijo Adoptivo de Comares. “(Silencio) Para mí, el más importante por lo que significó. Es un orgullo inmenso que te nombren hijo adoptivo de una localidad. En el hotel Bali trabajaban más de 46 familias de Comares. Un día del verano de 2012 decidieron dedicar una calle del pueblo al hotel Bali, y me dieron la enorme y gratificante sorpresa de nombrarme hijo adoptivo. Hasta mis hijos y familia se desplazaron, sin que yo lo supiese, para estar en aquel acto. Nunca lo olvidaré”.

¿Cómo ves Torremolinos de aquellos años setenta con el de ahora? “Es muy distinta la costa de ahora a la de aquella época. Pero no hay que perderse en la nostalgia, hay que adaptarse a cada situación. Yo siempre lo he hecho. La costa de ahora está magníficamente comunicada: el aeropuerto, el AVE, las carreteras. Además tenemos hospitales a lo largo de toda la costa. Todo es distinto. Pero el cliente que venía en aquellos años sabía cómo era la costa, nuestras carencias, y nos aceptaban como éramos. Un cliente de hoy en día no habría viajado a la costa de entonces”. ¿Y qué no ha cambiado?. “(Silencio) Pues lamentablemente seguimos sin un tren desde Nerja a Estepona y un plan integral de saneamiento. Llevo más de 44 años en la costa y he oído muchas promesas al respecto”. O sea que desde el terreno político poco se ha hecho en este sentido. “Los políticos, cuando llegan al poder, pronto lo podremos comprobar de nuevo, convocan al sector para oír demandas, problemas, etcétera. Y luego se acabó. Cuando pasa un poco de tiempo deciden por sí mismos, no necesitan a nadie. Piensa que ya lo saben todo. Que lo tienen aprendido”. ¿Y qué opinas que una vez más la consejería de Turismo vaya a estar compartida con otras? “Pues que siempre pasa lo mismo. El sector es muy conformista. No protestamos como deberíamos. No nos dan la importancia que realmente tenemos.

Si los ingresos por turismo son tan importantes, indispensables, no se entiende que no exista un ministerio o consejería exclusiva para esa área. Eso por no hablar de los presupuestos, que en muchos casos son menores que en áreas menos importantes”. ¿En qué hotel te sentiste mejor trabajando? “Todos han sido importantes en mi carrera. Desde el primero que comencé de prácticas en Ibiza, siendo aún estudiante, hasta los Bali, Riviera y Pez Espada, por nombrar los de la Costa del Sol”. El Pez Espada fue el más emblemático. “Quizás el más conocido. Es cierto que por él pasaron grandes figuras del cine, políticos, cantantes”. Y con estás importantes reflexiones de un profesional del turismo continuamos durante la comida.

La comida

Para realizar nuestro recorrido gastronómico contamos con la gran ayuda de Antonio Lozano, todo un veterano en esos menesteres, quien sería el encargado de atendernos. Tras el descorche de una botella de blanco Habla del Mar, selección de bodegas Lara, comenzamos con unas tostas, realmente buenas, de salmón marinado y aguacates y una ensalada de la casa, fresca y natural.

Uno de los platos. Uno de los platos.

Uno de los platos.

Un plato de boquerones en manojitos, acompañado de una ensalada de pimientos asados y tomates, deleitaron nuestro paladar al tiempo que nos trasladaban, como la conversación que manteníamos, a tiempos pasados. Y continuamos con nuestra charla.

Uno de los platos. Uno de los platos.

Uno de los platos.

Me interesé por la visión de Málaga por parte de nuestro invitado. “Málaga está genial. Realmente se ubicó en el mapa a partir del año 2000 con la peatonalización de calle Larios. A partir de ahí todo ha sido una apuesta continua por la cultura. Francisco de la Torre demostró ser un visionario. Creo que es un gran alcalde”. ¿Qué cambiarías si estuviese en tu mano en el sector? “(Silencio) La lucha por romper con la estacionalidad. Es muy importante conseguir que el visitante tengas cosas que hacer, disfrutar, los 365 días del año”. Algún sueño por cumplir. “El de todo director de hotel: tener algún día un hotel propio en el que poder desarrollar tus propias ideas. Un hotel a mi medida”. El descorche de una botella de tinto Finca Moncloa, nos rescató de la interesante conversación. Para maridar con el vino nos presentó Antonio un plato de pulpo a la gallega, y un arroz caldoso de cigalas y pescado que estaba extraordinario, uno de los platos estrella de la casa que aconsejo degustar.

El postre. El postre.

El postre.

Para cerrar nuestro recorrido, nos fue servido un postre variado de tarta de tres chocolates, tarta de queso y piña. Realmente riquísimo. Felicidades a Fran Cerdán, al equipo de cocina y a todo el personal de Casa Antonio por la magnífica acogida que nos dispensaron. Para terminar con nuestro invitado le pedí un mensaje para los jóvenes que están estudiando hoy en día. “(Silencio) Les animo a que se preparen, que complementen sus estudios de turismo con otros. Que viajen todo lo que puedan. Que no les importe trabajar donde sea, el mundo está para conocerlo. Y sobre todo que sean conscientes de las muchas renuncias pero también satisfacciones que tiene esta maravillosa profesión”. Pues dicho queda. Un consejo a la altura de un hombre, un profesional de la valía de José Miguel Bordera. Y al igual que el sol comenzaba su declive, nosotros nos despedíamos con la nostalgia aún presente, del tiempo pasado recordado. Gracias a José Miguel por sus palabras y sus sabios consejos. Hasta siempre amigo.

Los vinos

Blanco: Habla del mar

Magnífico vino extremeño de las bodegas Habla. Fresco equilibrado, con un personal y especial toque salino.

Tinto: Finca Moncloa

Vino gaditano, de las bodegas González Byass. Un vino suave pero con cuerpo, con sabores a frutas rojas y balsámicas.

Patrocinado por: 

Bodegas Lara Bodegas Lara

Bodegas Lara

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios