La A-355, carretera de 38 kilómetros de longitud que cubre el tramo entre Marbella y Málaga, arroja a estas alturas del verano, sólo a su paso por Coín, un saldo de seis víctimas mortales, con la particularidad de que todos los siniestros se produjeron de forma similar: de madrugada y por invasiones del carril contrario. 

Y es que esta vía de doble sentido acoge a diario un flujo de vehículos que, según fuentes municipales, se va incrementando paulatinamente debido tanto al crecimiento demográfico del municipio como a los vehículos de gran tonelaje que optan por esta arteria en detrimento de las más cercanas a la costa. 

Al respecto, el alcalde de Coín, Francisco Santos, destaca el ánimo de la administración que encabeza en colaboración con la Junta de Andalucía por “poner fin a este problema que va en aumento” e indica que ambas se encuentran en conversaciones desde hace meses para tal fin. 

Por el momento, el primer edil informa de que se está llevando a cabo un estudio para contabilizar el número de vehículos que circulan por la vía de cara a implementar futuras soluciones como una reestructuración para “aumentar el número de carriles” o “una posible limitación de velocidad”, dado que los siniestros se están produciendo “a lo largo del tramo y no en un punto concreto”, por lo que las soluciones futuras deberían ser más bien “estructurales”. 

Asimismo, usuarios habituales de la A-355 a su paso por Coín consultados por este periódico, entre ellos Inmaculada Hidalgo, que la transita a menudo por motivos laborales puesto que es técnico de emergencias sanitarias y miembro de protección civil, opinan que lo más llamativo de esa carretera es que "los conductores no suelen respetar el límite de velocidad" establecido y que los adelantamientos son frecuentes "incluso con línea continua". A todo eso es necesario añadir, según explica Hidalgo, el esporádico "cruce de animales de grandes dimensiones como perros mastines". 

El último accidente registrado en la zona tuvo lugar el pasado jueves en torno a las 3:15 en el kilómetro 4, donde un turismo y una furgoneta, uno de ellos detenido en la vía, colisionaron provocando un incendio, y arrojando como resultado dos víctimas mortales, de unos 50 años cada uno, que formaban un matrimonio. Además, uno de los conductores presuntamente implicados, un varón de 44 años, se dio a la fuga, siendo detenido posteriormente y quedando en libertad provisional, aunque investigado por delitos de homicidio imprudente y abandono del lugar del siniestro. 

El suceso en cuestión, según indica el presidente del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga, Manuel Marmolejo, se produjo “a apenas 500 metros” de la estación de bomberos, hecho que hizo a los efectivos incluso “ver la llamarada desde allí”, sin embargo, su rápida actuación resultó insuficiente para salvarles la vida debido a “la magnitud del choque”. 

Por su parte, el pasado 29 de junio, sobre las 6:00, dos jóvenes de 24 y 26 años perdían la vida en otro accidente en la misma carretera, esta vez en el kilómetro 12, y de nuevo en circunstancias similares.  En la colisión resultaron implicados un camión y un turismo, siendo este último donde viajaban ambos y que, al parecer, se desplazó hasta el sentido contrario, dando como resultado, además del fatal desenlace, que el camión cayese por un terraplén y se incendiase. 

Apenas dos meses antes, el 4 de mayo a las 00:15, el kilómetro 14 se convertía en un punto negro debido al fallecimiento de dos mujeres jóvenes, de 26 y 27 años, tras chocar frontalmente sus respectivos vehículos, una vez más, fruto de una invasión del carril contrario.