Agasajo en lugar de balas

En tiempos de recreaciones históricas sobre la lucha contra el invasor francés, en las que habitualmente se narran épicas victorias de los lugareños sobre las bien entrenadas tropas napoleónicas, en la Serranía de Ronda persisten algunos vestigios reales de aquel momento histórico en el que no todo fueron brillantes batallas sobre el ejército invasor francés.

En el municipio de Alpandeire, como recuerda el profesor Gaspar Mena, permanece todavía levantado parte del denominado como muro de los franceses, una pared de piedra que el general español, Francisco Javier Abadía, ordenó construir al alcalde del municipio con unos 1.400 metros de longitud para tratar de cortar el paso a la caballería francesa, en un intento de evitar la entrada de los franceses en el municipio y tratar de frenar su avance hacia el Campo de Gibraltar.

Aquella estrategia no dio el resultado esperado por los defensores españoles de este municipio, en el que se había producido un importante alistamiento de vecinos en la Junta de Defensa Nacional para luchar contra los invasores, y los soldados franceses lograron salvar la barrera de piedra y entrar en Alpandeire a través del monte del Cuervo. Fue entonces cuando el ento ces alcalde del municipio, Antonio Tomás Cortés, realizó su gran gesta, primero no comprendida por el general español, hasta el punto de tildarse de afrancesado, y que, posteriormente, terminó siendo reconocida por el monarca español Fernando VII otorgando a la localidad en título de Noble y Fidelísima Villa. Para ello, Cortés, ante la situación desesperada de la defensa de la localidad, optó por renunciar a plantear una lucha sin cuartel con los franceses en el municipio que habría llegado, con toda probabilidad, a su destrucción y a la pérdida de la vida de muchos vecinos. Además, no optó solo por rendirse, decidió que había que agasajar al general francés a su llegada a la localidad, salvado de este modo a su pueblo y sus vecinos de una destrucción segura.

El relato, que no ha perdurado como una de aquellas grandes victorias de los guerrilleros españoles en la Serranía de Ronda durante el hostigamiento a las tropas francesas, sí que logró ser rescatado por el ya fallecido maestro de este municipio, Diego Vázquez, que rescató este relato de los archivos municipales antes de que fuesen destruidos durante la Guerra Civil Española.