El Ayuntamiento de Alameda lanza un ataque directo contra las termitas que infectan a 23 viviendas del municipio. Para ello, en colaboración con la Diputación Provincial de Málaga, ha firmado un convenio mediante el que una empresa especializada mantendrá una guerra abierta durante un año contra estos xilófagos. El coste del servicio alcanza los 12.000 euros, aportados por la institución supramunicipal mediante una subvención.

La devastadora acción de este insecto ya ha ocasionado importantes daños en los marcos de las puertas, estructuras portantes y elementos de obra de las casas que están afectadas, según las primeras inspecciones efectuadas por el personal de Rentokil Initial.

La firma ha desarrollado el sistema Sentir-Tech para luchar contra las termitas, que consiste en la colocación de estaciones de cebos en las zonas afectadas por la plaga. Los mismos han sido desarrollados en función del comportamiento biológico y social de las termitas. Además, según explicó el responsable técnico del proyecto, Antonio Jesús Martínez, se trata de un método que no contamina, puede instalarse de forma rápida y no conlleva riesgos para las personas o las mascotas.

Tanto las administraciones implicadas en esta iniciativa como la empresa especializada se fijan el objetivo de frenar y hacerse con el control de las colonias detectadas en doce meses. Este acuerdo incluye la colocación de los cebos, su revisión, mantenimiento y observación de los mismos. Posteriormente, los expertos en el control de plagas procederán a realizar dos revisiones anuales durante los cuatro años siguientes. De acuerdo con las estimaciones d elos técnicos, transcurrido este periodo se garantiza la eliminación de los termiteros.

Los responsables de la actuación han destacado que el método que finalmente ha resultado elegido evita que para realizar su aplicación tengan que ser abandonados los domicilios en el tiempo que se aplican los tratamientos. En este sentido, explicaron que otros procedimientos supondrían la inyección en el suelo de los tratamientos para crear una barrera, lo que conllevaría la realización de obras. Según explicó Martínez, este tipo de sistemas tradicionales no garantizarían la eliminación del termitero. Desde la compañía aseguran que son muchos los edificios en los que ya se aplicó su sistema y tuvo un resultado positivo.