Ávila Rojas transmite su temor por posibles amenazas del entorno de Roca

El empresario granadino José Ávila Rojas ha transmitido a la Policía Nacional su "inquietud y temor" ante supuestas amenazas que pudieran provenir del entorno del ex asesor urbanístico del Ayuntamiento de Marbella Juan Antonio Roca, según refleja un oficio de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) del caso Malaya.

En dicho oficio, remitido al juez instructor, se recogen los testimonios ante la Policía de varias personas en relación con una pieza separada de la causa principal que tiene su origen en la declaración de un testigo, y por la que se practicaron en noviembre registros en los que se intervinieron cientos de obras de arte. Según este testigo, el promotor Carlos Sánchez estaba gestionando la captación de dinero para el entorno de Roca debido a su falta de liquidez y pretendía obtener 18 millones de euros de Ávila Rojas, que, en el caso de carecer de esa cantidad, debería entregar las escrituras de una finca en Toledo y otras de un hotel en México.

Ante la Policía, el empresario granadino negó haber recibido ninguna llamada "conminándole a la entrega de dinero alguno" y dijo no ser propietario de un hotel en México ni de una finca en Toledo. Señaló que hace unos diez años participó en la compra de un hotel en la ciudad castellana junto con Carlos Sánchez, quien se comprometió a hacer frente a la hipoteca pero no efectuó los pagos y el banco ejecutó la hipoteca.

Ávila Rojas recuerda otros conflictos empresariales con el citado promotor y aseguró que a la salida de un juicio en octubre recibió amenazas de Sánchez, que "de forma agresiva" le advirtió de que "se iba a acordar". Aseveró que "en ningún momento" ha mantenido contacto con la familia de Roca "ni le ha requerido cantidad de dinero alguna", pero en el oficio de la Udyco se transmite al juez "la inquietud y el temor" de Ávila Rojas ante "las supuestas amenazas que pudieran provenir del entorno" del ex asesor urbanístico.

La declaración de un testigo el pasado octubre supuso el origen de una pieza separada del caso Malaya, por la que se intervinieron cientos de obras de arte. El testigo narró que Carlos Sánchez le instó a mostrarse "duro y, si es necesario, hacerle pupa" a Ávila Rojas en el caso de que éste no accediese a entregarle los 18 millones o las escrituras de los bienes inmobiliarios. Para el juez, la petición realizada al promotor granadino por parte del entorno de Roca a través de Sánchez "es la confirmación de la sospecha de cuentas económicas pendientes entre" Ávila Rojas y el ex asesor de Urbanismo marbellí.