El Ayuntamiento de Rincón eliminará las comuniones civiles

El nuevo gobierno de Rincón de la Victoria acabará con la posibilidad de que en el Ayuntamiento se celebren comuniones civiles. Si bien, no tuvieron mucho éxito entre los vecinos, el concepto impactó en la sociedad española que durante días fue debate en tertulias mediáticas y en corrillos familiares o de amigos. Tampoco se permitirán los bautizos civiles como incluía la ordenanza fiscal que establecía las tasas para cada una de estas actividades. Francisco Salado (PP), que accedió a la Alcaldía en junio tras una moción de censura apoyado por el PA y Ciudadanos, ha decidido suprimirlos.

"Vamos a eliminarlas de la ordenanza junto a los bautizos, de forma que cuando nos lo soliciten diremos que aquí no se prestan. No creemos en ello, y aunque respetamos que al anterior equipo de gobierno (PSOE, Ahora Rincón, Izquierda Unida y PA) introdujera esta figura nosotros nunca lo entendimos", manifestó el regidor, quien ya entonces calificó la iniciativa de esperpéntica. "Fue un ataque claramente a la Iglesia católica. Buscaron la confrontación y los problemas donde no los había. Son sacramentos religiosos, y lo que ellos incluyeron en la ordenanza era una invención. Que lo hagan en sus partidos pero no en una institución tan respetable como un ayuntamiento", reflexionó Salado para quien "el grado de crispación" que llevó aparejada la iniciativa "no mereció la pena".

La modificación de la ordenanza fiscal que incluía la celebración de bautizos y comuniones civiles y otras celebraciones la aprobó el cuatripartito (PSOE, Ahora Rincón, Izquierda Unida y Partido Andalucista) que gobernaba Rincón de la Victoria en el Pleno de octubre de 2015. La regidora entonces, Encarnación Anaya, (PSOE) las definió como "una presentación en sociedad" de los pequeños que quisieran "pasar un buen día con su familia y amigos". Su impulsor, el que era el concejal de Hacienda. Antonio Moreno (Ahora Rincón), las defendió como "el acto de tránsito de la infancia a la preadolescencia".

En esa modificación de la ordenanza, al que entonces se opuso el PP, se estimó el precio de las bodas civiles en 120 euros y 45 por la reserva de fecha y hora mientras que los bautizos y comuniones costarían 60 euros más 22 por el mismo concepto que los enlaces.

Apenas cinco días después de conocerse la posibilidad de celebrar comuniones civiles en el Ayuntamiento de Rincón de la Victoria, una vecina del municipio, Dolores Díez, se mostró interesada en que su hija Paqui fuese la primera niña en tener esta celebración. "No es una cuestión reivindicativa. Tiene un sentido práctico. Yo quería celebrar una fiesta a mi niña como tendrán muchos niños y he pensado que esta fórmula es ideal para justificarla y darle mayor empaque", dijo entonces cuando anunció que iba a hacer la reserva para la celebración en mayo del siguiente año.